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¿Tiene el Dimetrodon una nueva imagen?

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Desde hace un rato circula en la red un rumor de que el archifamoso Dimetrodon tiene una nueva imagen y que en esencia, su icónica vela no estaría cubierta del todo y tendría las puntas desnudas. Esta nueva imagen ha sido rápidamente duplicada por ilustradores de forma casi memética, veamos.

Esta es la imagen más usada por los dispersores de la "nueva imagen", pero en realidad es bastante especulativa. Ilustración de DG; Nic traheripteryx.

En los foros y los sitios de noticias también se presenta esta reconstrucción como la "nueva imagen" de los Dimetrodon. Ilustración de DG; Nic traheripteryx.

Esta otra imagen tampoco está basada en estudio científico alguno. Es un fanart de algún tipo de parque. Ilustración de Robinson Kunz.

Aterradoramente similar a la reconstrucción de traheripteryx, llega esta obra de "Arcovenator", inspirada en un video.

Esta reconstrucción de parte de AntoninJury también hace mención a un video, el mismo que fue fuente de inspiración de la reconstrucción anterior.

Este video contiene bastante información buena, pero también contiene información errónea y desgraciadamente la información errónea es la que se filtró a todos lados.

Y es que en el video vemos que el autor menciona que "un nuevo estudio del 2015" demostró que la vela no llegaba hasta la punta de las espinas. Pero eso simplemente no es cierto. Para empezar, el estudio no es de hace unos meses, es de hace varios años, específicamente, del 2012.

Resumen del trabajo del 2012 al que se hace referencia en el video (puedes ver el trabajo haciendo clic aquí). Sabiendo que el estudio es del 2012 y no del 2015, cualquier persona cuerda no tomaría tan en serio las conclusiones de un video de youtube, pero al parecer la cordura no es lo de hoy.

En dicho estudio los autores concluyen muchas cosas interesantes, pero antes de escupirlas hay que entender que el estudio se condujo con siete espinas de la especie Dimetrodon giganhomogenes. Y una especie no es lo mismo que las al menos 12 especies de Dimetrodon descritas a la fecha y mucho menos la cantidad de espinas conocidas para todo el género.

Ilustración de 2006 de D. giganhomogenes. El autor es Dmitry Bogdanov.

Con esto en mente, prosigamos. Si prestamos atención al título ("Fracturas sanadas en las espinas neurales de un esqueleto asociado de Dimetrodon: Implicaciones para la morfología y función de la vela dorsal"), el trabajo es sobre un espécimen patológico (o sea uno enfermo y no uno "normal"), específicamente el FMNH UC 1134. A este espécimen se le examinó a detalle y se le hicieron cortes para apreciar los tejidos óseos de las espinas de la "vela". En el estudio, los autores sugieren que en donde se presentan anormalidades es posible que la continuidad de la vela se haya visto interrumpida a tan solo 4 a 8 cm del lomo. Pero de nuevo, es en un espécimen patológico, uno enfermo y el objetivo principal del trabajo es precisamente ese, describir un espécimen patológico. 

Estas son las espinas neurales del espécimen (FMNH UC 1134) enfermo que sufrió fracturas (indicadas por las flechas blancas) que sanaron. Imagen tomada de Rega et al. 2012.

La mayoría no leyó ese "detallito" en el artículo ya sea porque no lo pudieron conseguir o porque se les pasó completamente (u otra razón desconocida). Y podrán clamar que el resumen del artículo dice "Furthermore, the distal morphology of spines in more complete specimens, including the type fmnh UC 112 and omnh 01727, suggests that the dorsal margin of the sail was located well proximal to the tips of the elongate neural spines." (Además, la morfología distal de las espinas en especímenes más completos, incluyendo al espécimen tipo FMNH UC 112 y el OMNH 01727, sugieren que el margen dorsal de la vela estaba localizado de forma proximal a las puntas de las espinas neurales alargadas). Como pueden leer, la vela de otros D. giganhomogenes sería incompleta y mostraría una vela irrumpida por puntas "libres". Muchos sacaron de contexto esa frase del resumen y confundieron términos, pensando que se refería a la parte proximal (más cercana al cuerpo) de la espina, pero los autores se refieren a la zona adyacente a las puntas. Y ahora muchos andan dibujando dimetrodontes enfermos, con velas rotas como si éstos representaran a todos los dimetrodontes que vivieron.

Don FMNH UC 1134 estaba deformado por alguna lesión hasta la base de la vela, pero esta foto es del espécimen tipo de D. giganhomogenes (FMNH UC 112), que sólo presenta deformación en la punta de las espinas y no en su base. Imagen tomada de Rega et al. 2012.

Y nosotros los simples mortales que no podemos ir y cortar espinas de Dimetrodon a diestra y siniestra para poder saber hasta dónde se extendía la vela ¿cómo le hacemos? Más o menos simple: las espinas que tienen patologías presentan "bultos" y formas retorcidas, pero las espinas sanas no. De esta forma podemos guiarnos de forma empírica para saber con cierta precisión hasta dónde poner la vela.

Foto de Dimetrodon incisivum por H. Zell. Aquí podemos ver que hay algunos abultamientos raros en la vela. Aunque podemos asignarlos a signos de fractura, debemos ser cautos porque puede ser que se hayan roto cuando se fosilizaron o por razones ajenas a una patología.

Otro espécimen de D. incisivum (foto de Daderot). Aquí podemos ver que sus espinas no presentan muchas alteraciones. Algunas están dobladas en la punta, sugiriendo una vela rara en esa parte.

Entonces, si sólo entraste a ver el asunto de si tenían la vela completa o no, la respuesta es: casi completa, pero habían individuos con patologías que impedían que la vela estuviera completa. Ahora, si te quieres quedar, aún hay cosas nuevas. Los autores del estudio de 2012 sugieren una serie de conclusiones interesantes (de hecho la parte más interesante de su trabajo apenas viene).

1) Los autores indican que no encontraron evidencia alguna de vasos sanguíneos en la superficie externa de las espinas, lo que indica que la función termorreguladora (usar la vela como calefactor) está fuera de las posibilidades. Esta misma hipótesis fue propuesta en 2014 (clic aquí para ver e ir a "Ojos para la noche") cuando se estudiaron los ojos de muchos animales, entre ellos los de Dimetrodon y se concluyó que posiblemente eran animales nocturnos, por lo que la vela sería completamente inútil para calentarse.

La histología en el 2012 nos dijo que la vela no tenía funciones termorreguladoras y en 2014, los ojos nos dijeron que vivían de noche. Mucho ha cambiado con Dimetrodon, sólo que no precisamente en la extensión de la vela. Reconstrucción de Marlene Hill Donnelly.

2) Siguiendo con la vela, los autores del estudio no encontraron evidencia de fibras de Sharpey en las espinas. ¿Y eso qué? Bueno, que eso indica algo sobre la naturaleza de la vela. Ésta no tendría tendones ni músculos, sino que estaría cubierta por tejido más simple. Esto puesto que las fibras de Sharpey delatan la presencia de músculo y tendones unidos al hueso.

El camaleón crestado (Trioceros cristatus) es un buen modelo para la vela del Dimetrodon, pues no tiene tendones o músculos en la parte alta de su vela y ésta sólo se recubre por piel.

Vela de un camaleón crestado aclarada y teñida posteriormente. En ella podemos apreciar los huesos homólogos a las espinas de Dimetrodon en rojo y los tendones que la mantienen rígida (indicados con las letras te). Noten cómo la parte alta no tiene tendones (i.e. no tiene fibras de Sharpey). Imagen tomada de Ibrahim et al. 2014. Barra de escala a 1cm.

3) ¿Pero qué tipo de tejido simple? Aquí es donde se pone más interesante. Los autores sugieren que podría haber estado cubierta por una red gruesa de colágeno, tal y como se observa en la aleta dorsal de algunos peces como el atún. Esto traería ventajas como el impedir que el cuerpo ondulara de arriba a abajo y en su lugar, sólo ondulara de lado a lado, mejorando con ello la locomoción del animal.

Acercamiento de la aleta dorsal del atún aleta amarilla (Thunnus albacares) que está soportada no por espinas neurales, sino por los radios de dicha aleta.

4) Finalmente algo de relevancia taxonómica muy interesante. Resulta que en el pasado se sugirió que las especies de Dimetrodon se podían identificar por la sección transversal de sus espinas dorsales. Esto es, especies diferentes tenían espinas con formas diferentes. Pero resulta que los autores del estudio de 2012 encontraron que eso era falso. De tal manera que no, los dimetrodontes no se distinguen por la forma de sus espinas dorsales.

Habrá que acercarse más a los dimetrodontes para saber cuáles eran sus características diagnósticas como este buen hombre que hace la danza del dimetrodonte feliz para poder obtener esa información valiosa.

Bueno, volviendo al tema de la "nueva imagen" vemos que no hay tal cosa en cuanto a la extensión de la vela, pero si en cuanto a su función y otras propiedades (di NO al dimetrodonte deformado de espinas desnudas). De tal forma que hay que tener en cuenta que no son los ilustradores con sus obras los que generan el conocimiento paleontológico, ellos lo transmiten y hay ocasiones como esta, en la que han errado al interpretar el conocimiento científico. Esto nos llama a tener cuidado con lo que circula en las redes y ser más críticos con la información. Con todo y ello, lo que hemos aprendido gracias al artículo de Rega y colaboradores es invaluable para nuestro entendimiento de los dimetrodontes, sus patologías y la función de sus extravagantes velas.

Me despido con esta hermosa reconstrucción de Dimetrodon giganhomogenes con una vela patológica moderada, obra de Michael Skrepnick y uno de los dimetrodontes más fieles al conocimiento científico actual.



LITERATURA CONSULTADA:

Rega, E. A., Noriega, K., Sumida, S. S., Huttenlocker, A., Lee, A., & Kennedy, B. (2012). Healed fractures in the neural spines of an associated skeleton of Dimetrodon: implications for dorsal sail morphology and function. Fieldiana Life and Earth Sciences, 104-111.

Ibrahim, N., Sereno, P. C., Dal Sasso, C., Maganuco, S., Fabbri, M., Martill, D. M., ... & Iurino, D. A. (2014). Semiaquatic adaptations in a giant predatory dinosaur. Science, 345(6204), 1613-1616.
Angielczyk, K. D., & Schmitz, L. (2014). Nocturnality in synapsids predates the origin of mammals by over 100 million years. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 281(1793), 20141642.



Lo bueno y lo malo 4

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Bienvenidos de nuevo a este tipo de entradas donde hago una crítica constructiva de una pieza de ilustración paleontológica con el motivo de aprender y divertirnos. En ningún momento considero que la obra sea mala o que deba desecharse, si esta aquí es porque aporta algo al conocimiento de forma gráfica y agradable. Así que comencemos.

Artista: RJ Palmer "arvalis".

Obra:

La obra en cuestión, diseñada para el juego Saurian. En este enlace pueden verla más grande y descargarla.


¿Qué especie estamos viendo?Tyrannosaurus rex, el más famoso de todos los dinosaurios.

Lo bueno:
  • Tiene plumas y contribuye a generar una idea más moderna de los dinosaurios, una acorde a la evidencia.
  • Tiene integumento oral y no anda con los dientes expuestos.
  • Tiene buenas proporciones.
  • Al fin, un ilustrador sin las urgentes ganas de enseñar brazos humanoides en un T. rex.
  • Los pies tienen una buena cobertura de tegumento, no más pies de pollito y pajarito.
  • Nada de cuernos de vaca brillosos y cornudos, sino que tiene partes queratinizadas, una maravilla.


Lo malo:
  • Los ojos quizá sean demasiado pequeños (pero en este punto yo podría estar completamente errado).
  • Tiene plumas en etapa 2 y 3, cuando los tiranosauroides sólo tienen evidencia de la etapa 1. ACTUALIZACIÓN. Hay evidencias que sugieren que Dilong tuvo plumas de etapa II, eso indica que pueden existir plumas con filamentos múltiples emergiendo de un punto común, pero no existiría un cañón ni un vexilo.
  • Tiene alas (pennibrachia), cuando en realidad esa condición sólo aparece en Maniraptoriformes como Ornithomimosauria, Oviraptorosauria y Paraves. ACTUALIZACIÓN. Tal parece ser que las plumas del brazo de esta representación son alargadas y no representan pennibrachia. Pero aún hay zonas con plumas en etapa III, lo que no está apoyado por la evidencia.
  • Tiene escamas escutadas en las patas traseras, pero no hay evidencia de ellas en el dorso de los dedos. Concavenator tiene este tipo de escama, pero sólo la región del metatarso. Usar a Parahesperornis como ejemplo es muy arriesgado, es como querer que los animales como Ophiacodon tengan pelos sólo porque un ornitorrinco los tiene (además el fósil de Parahesperornissólo tiene escamas escutadas en el metatarso, no en los dedos).
  • Típico meme de vientre y otras zonas calvas. No hay evidencia de ello en los dinosaurios emplumados no avianos, hasta ahora no ha aparecido un sólo dinosaurio con esta configuración. Por lo tanto, es altamente especulativa. Se ha sugerido esta configuración porque se asume que los dinosaurios como este 1 eran endotermos y 2 no tenían mecanismos para disipar el calor. Y sabemos que 1 es probable que hayan sido mesotermos y 2 en realidad contaban con muchos mecanismos para disipar calor tales como: la forma de respirar (circulación doble), la presencia de sacos aéreos, la posesión de una gran superficie corporal en relación a la masa y que las plumas no son iguales a los pelos, ellas si permiten que el ave no se recaliente.
  • La textura de las escamas no se corresponde con las escamas que presenta como fotos. Si bien no se sobrelapan en el dibujo, todas son ovales (cual bacilo bacteriano) y las escamas reticuladas no tenían esta forma, eran más redondeadas a hexagonales.
  • Las impresiones de piel de la cola se conocen sólo en BHI 6230 (Wyrex) y dichas impresiones se ubican en la parte ventral/lateral de la cola. Hacer una cola completamente calva es por lo tanto un error. Además de que no se ha hecho análisis tafonómico alguno, por lo que no sabemos si en realidad esta zona sería calva o si las plumas se perdieron. A diferencia de Kulindadromeus, donde existe coexistencia de plumas y escamas, T. rex no se encuentra preservado en sedimentos así de finos (de sedimentos lacustres), por lo que de existir las plumas es poco probable que se encuentren asociadas al esqueleto. 
  • Detalle minúsculo: parece que al autor se le olvidó colocar el dedo I de las patas traseras, mismo que pueden ver en este montaje esquelético. ACTUALIZACIÓN. Si bien, en esta reconstrucción no hay dedo I, éste si aparece en el modelo 3D que puedes ver haciendo clic aquí.


Conclusión:
Este T. rex es una obra muy buena y sin duda de las pocas que toman y hacen uso de la nueva imagen de los dinosaurios. Pero como toda obra conceptual de videojuego, es sujeto de cambios para hacerla más atractiva y recordemos que no fue hecha para complacer a los científicos, sino a los potenciales compradores del juego. ACTUALIZACIÓN. De nuevo, tal parece existir la impresión de que este es un post que demerita la obra de R. J. Palmer y no es el caso (la obra me gusta). El punto es enriquecer nuestros conocimientos sobre los dinosaurios y no quedarnos con cualquier cosa que nos den.


Referencias:
Larson, P. L., & Carpenter, K. (2008). Tyrannosaurus rex, the tyrant king. Indiana University Press.

Godefroit, P., Sinitsa, S. M., Dhouailly, D., Bolotsky, Y. L., Sizov, A. V., McNamara, M. E., ... & Spagna, P. (2014). A Jurassic ornithischian dinosaur from Siberia with both feathers and scales. Science, 345(6195), 451-455.

Cuesta, E., Díaz-Martínez, I., Ortega, F., & Sanz, J. L. (2015). Did all theropods have chicken-like feet? First evidence of a non-avian dinosaur podotheca. Cretaceous Research, 56, 53-59.

Williston, S. W. (1896). On the dermal covering of Hesperornis. Kansas University Quarterly, 5(1), 53-54.


ACTUALIZACIÓN:

Se argumentó en los comentarios que la cola con plumas sería igual de especulativa que una cola sin ellas. Eso no es cierto, la inferencia de horquillado filogenético y el método científico nos indican que debemos buscar muestras de integumento caudal en parientes próximos. Y precisamente, los parientes de T. rex muestran colas con plumas.

Dilong paradoxus según aparece en "Xu, X., Norell, M. A., Kuang, X., Wang, X., Zhao, Q., & Jia, C. (2004). Basal tyrannosauroids from China and evidence for protofeathers in tyrannosauroids. Nature, 431(7009), 680-684." Noten las plumas de la cola, desafortunadamente no figura una foto de esta zona. Pero eso nos lo resuelve el siguiente tiranosauroide.

Fragmento de cola de Yutyrannus huali según aparece en "Xu, X., Wang, K., Zhang, K., Ma, Q., Xing, L., Sullivan, C., ... & Wang, S. (2012). A gigantic feathered dinosaur from the Lower Cretaceous of China. Nature, 484(7392), 92-95.". Noten también que hay impresiones de plumas tanto en la parte dorsal como ventral de la cola.



PALEOFICHA: Paraceratherium spp.

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Nombre común: Paraceraterios, baluquiterios, indricoterios, araloterios, pristinoterios, caucasoterios, etc.

Especies reconocidas: Es complicado, pero los expertos suponen que sólo son válidas Paraceratherium bugtiense, P. transouralicum, P. (?) orgosensis y P. prohorovi.

Significado del género: Del griego παρά (pará), "al lado de, cercano a" + κέρας (céras), "cuernos" + θηρίον (theríon), "bestia salvaje". "Cercano a las bestias con cuernos".

Género descrito por: Clive Forster-Cooper en 1911.

Grupo taxonómico: Los paraceraterios pertenecen a la familia Hyracodontidae, misma que está dentro de la superfamilia Rhinocerotoidea. Por lo tanto, son hiracodóntidos y no rinocerótidos como se suele decir.

Esqueleto de P. transouralicum en el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Tokio, Japón.  Fotografía de Momotarou2012.

Rango temporal: Desde el Eoceno tardío y hasta el Oligoceno medio (o tardío si es que Dzungariotherium es sinónimo de Paraceratherium). O desde hace 37.2 a  23.03 millones de años.

Encontrado en: Asia, en países como China, Mongolia, Kazajistán, Pakistán y Turquía.

Conocidos a partir de: Esqueletos incompletos, cráneos casi completos e incompletos, restos aislados y principalmente dientes aislados.

Reconstrucción de P. transouralicum, basada la monta esquelética de Mongolia (figurada en el libro del Dr. Prothero, y compuesta de especímenes colectados en los 20's que proceden de Kazajistán), con cuello reconstruido a partir de Juxia (del esqueleto montado en Beijing) y con el cráneo descrito y figurado por Osborn en 1923. Imagen realizada expresamente para el blog por Joaquín Eng Ponce, con la asesoría de un servidor.


Curiosidades: Paraceratherium tiene más fans que Justin Bieber y por lo tanto es uno de los animales prehistóricos más famosos de todos. Estelarizó un capítulo de la aclamada serie documental "Caminando con Bestias Prehistóricas" de la BBC titulado "Tierra de gigantes" (Land of Giants). Casi siempre se dice que es un rinoceronte sin cuernos, pero en realidad forma parte de una familia distinta, con miembros de apariencias más equinas que rinocerontoideas. Es uno de los géneros de mamíferos con el mayor lío en cuanto a nombres de género y se debe a que muchas especies fueron erigidas con dientes aislados, cuya forma varía dependiendo del desgaste. El pobre paraceraterio es uno de los animales más godzileados y liliputeados del mundo, pocos están interesados en su paleobiología y muchos están obsesionados en hacerlo más grande o "destronarlo" de su puesto como uno de los animales más grandes que hayan vivido. A propósito de esto último, nosotros tomamos para sus dimensiones un poco más de 4 m de altura a la cruz, partiendo de los especímenes más completos en la literatura científica, seguramente existieron individuos que midieron más que esto (en el libro del Dr. Prothero se lee que hay estimaciones de hasta 6 m de altura a la cruz) e individuos que midieron menos. Se ha hipotetizado que los indricoterios tendrían grandes orejas (similares a las de los elefantes) para poder perder el calor que retendrían sus grandes cuerpos, aunque no hay evidencias de esto y pudieran existir otros mecanismos como patas muy vascularizadas, amplias zonas de piel, etc. Los estudios de isótopos estables de carbono y oxígeno indican que estos grandes mamíferos se alimentaban consumiendo preferentemente hojas de árboles, lo que viene a confirmar lo que se propuso hace décadas sobre el modo de vida de estos animales. Finalmente, Paraceratherium y StarWars están vinculados, pues el creador de efectos especiales Phil Tippett se basó en este animal prehistórico para diseñar los vehículos AT-AT de la cinta "Star Wars: Episodio V - El Imperio contraataca". 

Descripción original: Forster-Cooper, C. (1913). XLIV.—Thaumastotherium osborni, a new genus of perissodactyles from the Upper Oligocene deposits of the Bugti hills of Baluchistan.—Preliminary notice. Journal of Natural History, 12(70), 376-381.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

2. - Diplodocus spp.


Literatura consultada:

Prothero, D. R. (2013). Rhinoceros Giants: The Paleobiology of Indricotheres. Indiana University Press. 141pp.

Forster-Cooper, C. (1913). XLIV.—Thaumastotherium osborni, a new genus of perissodactyles from the Upper Oligocene deposits of the Bugti hills of Baluchistan.—Preliminary notice. Journal of Natural History, 12(70), 376-381.

Osborn, H. F. (1923) Baluchitherium grangeri, a giant hornless rhinoceros from Mongolia. American Museum Novitates. 78: 1-15.

Fortelius, M., & Kappelman, J. (1993). The largest land mammal ever imagined. Zoological Journal of the Linnean Society, 108(1), 85-101.

Sen, S., Antoine, P. O., Varol, B., Ayyildiz, T., & Sözeri, K. (2011). Giant rhinoceros Paraceratherium and other vertebrates from Oligocene and middle Miocene deposits of the Kağızman-Tuzluca Basin, Eastern Turkey. Naturwissenschaften, 98(5), 407-423.

Martin, C., Bentaleb, I., & Antoine, P. O. (2011). Pakistan mammal tooth stable isotopes show paleoclimatic and paleoenvironmental changes since the early Oligocene. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 311(1), 19-29.


¡Vuela Dumbo!

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En el tema pasado hablé un poco de las orejas del paraceraterio y cómo es que se propuso que podrían haber sido más grandes. A muchos les resultará una idea rara y he de decirles, no se preocupen, claro que lo es. Pero no por ser rara es mala o ridícula, al contrario, al ser rara la idea demanda que le prestemos más atención. Desechar la idea como ridícula es simplemente tonto y digno de un perezoso mental.

Clásico "argumento" de un perezoso mental, acusar de ridículas las ideas sin previa consideración racional.

El Dr. Prothero en su libro "The Paleobiology of Indricotheres" propuso algo interesante y digno de consideración, veamos. Literalmente el libro dice "los indricoterios eran mucho mayores en masa corporal que cualquier elefante viviente y casi es seguro que tuvieron problemas regulando su calor corporal a esas grandes tallas. Los elefantes deben hacer todo lo posible para incrementar el área de superficie de sus cuerpos para liberar tanto exceso de calor como sea posible, lo que les ha dado grandes orejas en forma de ventilador llenas de vasos sanguíneos, que son en esencia radiadores gigantes. Dado el gran tamaño de los indricoterios, parece probable que hayan tenido orejas de tipo elefante, o al menos grandes orejas de alguna forma, mucho más grandes de lo que se suele dibujar. La mayoría de las reconstrucciones tratan de representar indricoterios como rinocerontes escalados con orejas relativamente pequeñas, pero debemos mirar a los elefantes para tener un modelo diferente. Aunque el tejido blando de las orejas (la "pinna") casi nunca se fosiliza (y sólo se conoce de mamutes, bisontes y rinocerontes lanudos del Pleistoceno), los huesos robustos cerca de la apertura auditiva (los procesos paraoccipital y mastoideo) son muy parecidos a los de los elefantes y mastodontes, sugiriendo que los indricoterios deberían ser dibujados con orejas mucho más grandes (como en nuestra reconstrucción de portada, obra de Carl Buell)".

Ilustración a la que refiere el Dr. Prothero, obra de Carl Buell.

El razonamiento del Dr. Prothero es intrigante, pues es un argumento que no descansa sobre evidencias sólidas (estudios científicos publicados), pero no por ello es una locura. Veamos, supuestamente los paraceraterios tendrían un gran proceso mastoideo y paraoccipital. ¿Será cierto?

En estas imágenes comparativas coloreé los procesos mastoideo y paraoccipital para comparar entre el mastodonte (arriba, izquierda), el elefante asiático (arriba, al centro), el elefante africano (arriba, derecha) y Paraceratherium transouralicum (abajo). A primera vista pareciera que existe cierta similitud entre los proboscídeos y el paraceraterio ¿verdad? Pues en la siguiente imagen veremos que en realidad, no tanta. Modelos 3D e ilustraciones de (en orden) Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, la Universidad de Columbia, la Universidad de Pretoria (Sudáfrica) y Osborn (1923).

Ya de lado, la cosa cambia y mucho. Si observan, Paraceratherium tiene una sinvergüenzada de proceso paraoccipital/mastoideo, mientras que los orejones proboscídeos tienen los mismos procesos de una talla, modesta. La fuente de las imágenes es igual que en la figura anterior, excepto por Loxodonta africana, que parte de una foto de "A Step Ahead”, de Justin Bell y Gillian Lyons.

Entonces, si el argumento de las orejotas se centra en el supuesto de que Paraceratherium tiene procesos paraoccipital y mastoideo enormes, tenemos que se nos acaba de desplomar completamente. Ya que en realidad, no hay mucha similitud en esta estructura. Pero no nos vamos a quedar así, veamos entonces a qué se parece la zona auditiva de Paraceratherium, busquemos entre sus parientes cercanos.

Vista lateral de cráneos de tapir indio (arriba, izquierda), rinoceronte blanco (arriba, derecha) y paraceraterio (abajo). Imágenes (en orden) tomadas de Institute for Live Fossils (MCPA2), Groves et al. (2009) y Osborn (1923).

Los perisodáctilos se agrupan en los subórdenes Hippomorpha (que hoy sólo contiene a los équidos) y Tapiromorpha (o Ceratomorpha). A su vez, los tapiromorfos incluyen a las superfamilias Tapiroidea (donde se incluyen los tapires) y Rhinocerotoidea, donde se incluyen los rinocerontes y los hyracodóntidos (familia a la que pertenece Paraceratherium). Viéndolo así, se supone que los rinocerontes son más afines evolutivamente a los paraceraterios pero cuando vemos los cráneos de arriba, podemos apreciar que al menos en la configuración del proceso paraoccipital/mastoideo (resaltado en rojo), los más similares son los tapires. Entonces ¿tomamos un modelo de orejas de tapir para los paraceraterios?

Diferentes propuestas de reconstrucción de orejas de paraceraterio. A) Orejas tradicionales de rinoceronte (ligeramente agrandadas), B) orejas de elefante (sugeridas por el Dr. Prothero), C) orejas de tapir agrandadas (una posible alternativa por afinidad de huesos relacionados al oído) y D) orejas gigantes de rinoceronte (otra posibilidad). Ilustraciones de Joaquín Eng Ponce para Palaeos.

Al final del día no podemos asegurar o rechazar que los paraceraterios tuvieron tal o cual tipo de oreja, lo mejor que podemos hacer es conjeturar. Pero algo es seguro, los huesos a los que refiere el Dr. Prothero no son ni de cerca similares a los de los proboscídeos, sino que son más similares a los de los tapires (incluso el proceso postglenoideo del arco cigomático se parece bastante). Pero eso no quiere decir que hayan tenido orejas de tapir, es una posibilidad únicamente (o quizá esa anatomía nos sugiera una movilidad y anclaje similar, pero de la forma, mejor ni hablamos).

¿Pudieron los paraceraterios tener orejas tapiroides? Quizá nunca lo sabremos.

Antes de decir que las orejas deben ser el único medio de termoregulación debemos considerar algunos aspectos. Primero, los paraceraterios eran más pesados que los elefantes si, pero no tenían la misma forma corporal. Los paraceraterios eran más altos y tenían patas bastante delgadas, así como un torso más compacto y un largo cuello. Eso hace que la relación entre el volumen y la superficie corporal sea mucho más baja que con los elefantes, lo que implica una mejor termoregulación. Segundo, podemos desconocer mecanismos además de las orejas que ayudaran a disipar el calor del cuerpo de los paraceraterios. Quizá las patas estaban bien vascularizadas o bien, tenían mecanismos conductuales para lidiar con el calor (lamerse las patas, orinarse encima, embarrarse de lodo, etc.). Incluso, podemos estar pasando por alto alguna estructura desconocida o una fisiología por siempre perdida. Y lo más importante: hacen falta aún muchos estudios formales para poder responder a estas y otras preguntas, después de todo la paleontología no busca y nunca ha buscado quedarse sin preguntas qué plantear.


Literatura consultada:

Todd, N. E. (2010). Qualitative Comparison of the Cranio‐Dental Osteology of the Extant Elephants, Elephas maximus (Asian Elephant) and Loxodonta africana (African Elephant). The anatomical record, 293(1), 62-73. VER

Prothero, D. R. (2013). Rhinoceros Giants: The Paleobiology of Indricotheres. Indiana University Press. 141pp.

Osborn, H. F. (1923) Baluchitherium grangeri, a giant hornless rhinoceros from Mongolia. American Museum Novitates. 78: 1-15. VER

Groves, C. P., Fernando, P., & Robovský, J. (2009). The sixth rhino: a taxonomic re-assessment of the critically endangered northern white rhinoceros. PloS one, 5(4), e9703-e9703. VER

Deng, T., Wang, S., & Hou, S. (2013). A bizarre tandem-horned elasmothere rhino from the Late Miocene of northwestern China and origin of the true elasmothere. Chinese Science Bulletin, 58(15), 1811-1817. VER

Deng, T., Hanta, R., & Jintasakul, P. (2013). A new species of Aceratherium (Rhinocerotidae, Perissodactyla) from the late Miocene of Nakhon Ratchasima, northeastern Thailand. Journal of Vertebrate Paleontology, 33(4), 977-985. VER


Siete paleonoticias explicadas

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Hace tiempo que no coloco noticias en el blog y se debe a que les doy una cobertura más amplia en los álbumes de "Noticias", "Noticias 2" y "Noticias 3" de la página de Facebook "Paleontología de Vertebrados", de la cual soy creador y administrador. Pero he decidido no dejar al público del blog sin sus noticias así que comencemos.

"Colorsaurios al ataque (de nuevo)"


Resulta que hace tiempo se comenzó a dudar de la naturaleza de esas "bolitas" que hacían que pudiéramos saber el color que tuvieron las plumas de los dinosaurios. Hubieron estudios que dijeron que esas estructuras (eumelanosomas y feomelanosomas) eran en realidad bacterias y que por lo tanto, no podíamos saber el color de las plumas de los dinosaurios. El nuevo estudio resultó decirnos que nope, en realidad esas bolitas sí son melanosomas y no son bacterias. Esto valida a los estudios previos que nos mostraron el color de los dinosaurios. Cabe destacar que este estudio se condujo con la especie Anchiornis huxleyi y no con todas las conocidas, pero es una grandiosa primera aproximación.

Fósil de Anchiornis y las 14 muestras que se sacaron para corroborar que las "bolitas" no estaban en la superficie (formando una película, como se esperaría de crecimiento bacteriano) y que en su lugar, se encontraban embebidas en la estructura tridimensional de la pluma.

PAPER: Lindgren, J., Sjövall, P., Carney, R. M., Cincotta, A., Uvdal, P., Hutcheson, S. W., ... & Godefroit, P. (2015). Molecular composition and ultrastructure of Jurassic paravian feathers. Scientific reports, 5.
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"De ladito dino, de ladito..."


A continuación un estudio que nos sugiere algo bastante novedoso: los dinosaurios cuadrúpedos no caminaban con las patas delanteras pronadas (de manitas caídas como de raptor de JP). Para entender esto debemos entender primero que "pronado" hace referencia a un tipo de postura en la que el eje de la muñeca es perpendicular al eje de la columna vertebral (imagina una "L" donde la parte larga de la letra es la columna del animal y la parte corta es el eje de las manos). O dicho de otra forma: los dinosaurios cuadrúpedos no caminaban con las patas en la misma postura que sus análogos los mamíferos. Según el estudio, estos dinosaurios caminaban con las manos en una postura ligeramente aviana, con las manos supinadas, orientadas "de ladito". Esto curiosamente es respaldado por las huellas y es hasta curioso que no lo hayamos notado hasta ahora. 

Caricatura que muestra la diferencia entre los miembros delanteros de un cuadrúpedo obligado: Triceratops. A) muestra la antigua visión de manos pronadas y B) muestra la nueva visión. Imagen hecha por mi y basada en el esqueleto de BrantWorks. Por cierto, el autor del estudio también concluyó que los miembros delanteros no participaban en la tracción y eran más bien como timones durante la locomoción.

PAPER: Hutson, J. D. Quadrupedal dinosaurs did not evolve fully pronated forearms: new evidence from the ulna. Acta Palaeontol. Pol.(Online DOI: 10.4202/app. 00063.2014).
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"Colombiasaurio..."


Bueno, en realidad no hubo tanto ego metido en esto y no le pusieron a este nuevo dinosaurio el nombre del país donde se descubrió; en realidad se llama Padillasaurus leivaensis. El nombre hace honor al Dr. Carlos Bernardo Padilla Bernal y a la localidad donde se encontró: Villa de Leyva, en la provincia de Ricaurte. Se trata de un dinosaurio descrito a partir de un conjunto de vértebras del sacro y la cola que se encontraron articuladas. Luego los análisis de relaciones de parentesco, los autores de su descripción concluyeron que lo más probable es que sea un un titanosauriforme de la familia Brachiosauridae. Este nuevo dinosaurio viene a decirnos "hey, los braquiosáuridos si llegaron al sur". Además es el primer dinosaurio colombiano, así que ¡enhorabuena por nuestros hermanos de Colombia! Ya tienen su primer dino y que vengan más, muchos más.

Holotipo y reconstrucción de Padillasaurus leivaensis. La reconstrucción es de mi amigo colombiano Julián Bayona Becerra. Cabe mencionar que este braquiosáurido no es del Jurásico como el resto de sus parientes, sino que es del Cretácico, indicando que Sudamérica pudo haber sido un refugio de los últimos titanes jurásicos.

PAPER: Carballido, J. L., Pol, D., Parra Ruge, M. L., Padilla Bernal, S., Páramo-Fonseca, M. E., & Etayo-Serna, F. (2015). A new Early Cretaceous brachiosaurid (Dinosauria, Neosauropoda) from northwestern Gondwana (Villa de Leiva, Colombia). Journal of Vertebrate Paleontology, (ahead-of-print), e980505. ISO 690
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"Tortuga lagarto... casi literalmente"


¿Recuerdan esos bellos momentos en los que las tortugas eran el último linaje de antiquísimos 'reptiles' anápsidos? Esas lindas tardes viendo una tortuga al atardecer pensando "caramba, eres de tiempos más antiguos que los dinosaurios...". Pues esos tiempos se acabaron cuando la evidencia molecular señaló que las tortugas eran en realidad diápsidos modificados... Pero no cualquier tipo de diápsido no... Eran además parientas ultracercanas de los cocodrilos. ¡Pero qué demonios! Luego apareció el pequeño Eunotosaurus y dijo "hey amigos, en realidad si somos de un linaje antiguo". Entonces todos perdimos la cabeza porque la anatomía decía una cosa y el ADN otra. Pues resulta que ya no. Un análisis detallado de Eunotosaurus demostró que este lagarto panzón en realidad es un diápsido modificado, brindando soporte a la idea de que las tortugas son en realidad diápsidos y que los pobres anápsidos no tienen herederos reales en la modernidad.

Filogenia generalizada de los amniotas y la transición del cráneo hacia la "tortugalidad". En el número 1 aparece la condición ancestral de ausencia de fenestras o anápsida, en el punto 2 y 3 aparece la condición diápsida por primera vez; el punto 4 muestra la pérdida de la barra temporal inferior reduciendo la fenestra temporal inferior a un arco; el punto 5 muestra a Eunotosaurus, la reducción y posterior pérdida de la fenestra temporal superior y la presencia aún del arco temporal inferior. Finalmente, el punto 6 muestra la pérdida total de las fenestras y el surgimiento de la morfología tortugezca.

PAPER: Bever, G. S., Lyson, T. R., Field, D. J., & Bhullar, B. A. S. (2015). Evolutionary origin of the turtle skull. Nature. 525: 239-242.
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"Colombia y tortugas parte 2"


¿De nuevo Colombia y las tortugas? Si. Pues esta vez llegó una nueva tortuga colombiana, se llama Desmatochelys padillai (en honor al mismo Dr. Carlos Bernardo Padilla Bernal). Esta tortuga es la tortuga marina más antigua (hasta hoy) en el registro fósil. Fue hallada en la misma Villa de Leyva de donde viene el braquiosáurido y también es del Cretácico, de hace unos 120 millones de años. Entre las cosas importantes que tiene para destacar es que su hallazgo postula el recalibrar los relojes moleculares para la aparición de las tortugas en al menos 25 millones de años más. El análisis filogenético es de lo más interesante y nos muestra que desmatoquelis pertenece a la familia Protostegidae, las tortugas dominantes del Cretácico marino. Además nos revela que las laúd son las parientes más cercanas de las protostégidas y que junto con éstas, son las tortugas marinas más avanzadas, haciendo que por lo tanto, las tortugas marinas modernas (de la familia Cheloniidae) sean los fósiles vivientes en vez de la laúd, cuyas primas cercanas se extinguieron completamente.

Holotipo (FCG–CBP 01) de Desmatochelys padillai a escala. ¿No es hermoso?

Y ahora una ilustración que nos deja el artista Jorge Blanco como parte de su legado artístico y a quien debo una gran disculpa por haberle confundido con otro personaje con el que no hay parecido alguno (ni de cerca). Que esto quede de testamento de que todos nos podemos equivocar y esta vez, fue mi turno.


PAPER: Cadena, E.A. and J.F. Parham. 2015. Oldest known marine turtle? A new protostegid from the Lower Cretaceous of Colombia. PaleoBios 32. ucmp_paleobios_28615.
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"Megaraptor australiano, parte 2"


Se describió un esqueleto parcial de megaraptórido, un grupo de terópodos con grandes garras manuales y una configuración ligera. Pero a los paleofrikis nos trajo sentimientos mezclados, pues es interesante saber de nuevos descubrimientos, pero no está tan genial que el nuevo no tenga nombre (aunque se entiende por la escasez de restos) y que nos dejen en ascuas esperando a saber ¿qué rayos son los megaraptóridos? ¿Son tiranosauroides del sur? ¿son alosauroides? Y de momento sólo sabemos que el nuevo es diferente de Australovenator wintonensis, el otro megaraptórido de Australia y que es cercano a dinosaurios como Aerosteon, Australovenator, Orkoraptor y Megaraptor. Pero hey, lo bueno en esto es que Julius Csotonyi ilustró al animal de forma sublime, aunque sublime y Julius Csotonyi son casi sinónimos.

El dinosaurio sin nombre de la Formación Griman Creek, del Cretácico temprano (ca. 105 Ma) es un megaraptórido que podría ser pariente de T. rex o de Carcharodontosaurus, el tiempo lo dirá (y esperemos que lo diga pronto).

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"Bocón inofensivo"


Esta nueva noticia me gustó mucho en parte porque es sobre animales que no son dinosaurios y en parte por sus implicaciones. Resulta que hace tiempo se describieron dos especies de tiburón, Eorhincodon casei de Russia y Megachasma comanchensis de EUA, lo interesante es que se dijo que podrían haber sido tiburones filtradores pero al poco tiempo se concluyó que no eran mas que dientes desgastados de Johnlongia, un tiburón de la familia Odontaspididae (que incluye a los actuales tiburones de arena). Pero este nuevo estudio reexamina no sólo los holotipos de aquellos tiburones, sino que además toda una colección de dientes de estos dos. Resulta que no eran dientes desgastados de Johnlongia, sino un taxón válido, el género nuevo Pseudomegachasma (con dos especies válidas, P. casei y P. comanchensis). Pero ¿me puse feliz por un lío taxonómico? ¡Que va! Resulta que no sólo no eran dientes gastados, sino que esa es su forma natural y eran parte de la boca de dos especies de tiburones filtradores, similares en función al acutal tiburón boquiancho, Megachasma pelagios.

Distribución temporal de los diferentes grupos de elasmobranquios filtradores. Muajaja, precisamente eso es lo que más me gustó, que ahora hay al menos cinco grupos de elasmobranquios planctófagos y tres de ellos son lamniformes (tiburones propiamente dichos). Y sólo uno de esos grupos es Cretácico, el resto son cenozoicos. Imagen tomada de Shimada et al. (2015).

PAPER: Shimada, K., Popov, E. V., Siversson, M., Welton, B. J., & Long, D. J. (2015). A new clade of putative plankton-feeding sharks from the Upper Cretaceous of Russia and the United States. Journal of Vertebrate Paleontology, (ahead-of-print), e981335.

Y bueno, de momento nos quedaremos con los siete de la suerte. Espero les hayan gustado estas noticias y recuerden que siempre hay cosas nuevas en el mundo de la paleontología. Hasta pronto.
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COMENTARIOS PERDIDOS (por el error garrafal, quedaron comentarios borrados, aquí la respuesta):
Wi waxia: es muy bueno, gracias por compartir.

Ouroboros: Si, si lo es y yo me he equivocado al confundirle.

Listo, si hay algo más, te espero en los comentarios Juan Camilo.

Jorge: ya casi empiezo a escribir al respecto.

Y con esta terminamos. Gracias a todos por comentar. 

F.A.Q. Homo naledi

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Recientemente se publicó el artículo científico de la descripción de una nueva especie de homínino. Los medios de comunicación casi explotan luego del hallazgo y en este blog les presento la información más importante al respecto de esta nueva especie, vuelven los F.A.Q. (preguntas frecuentes y sus respuestas).

Entrada de la Cueva Estrella Ascendiente, Sudáfrica. Foto de la National Geographic Society.


1. ¿Cómo se llama la nueva especie y por qué lleva ese nombre?

R= Se llama Homo naledi (se pronuncia "o-mo""na-le-di"). El género viene del latín y significa "hombre"; el nombre de la especie viene del idioma sesotho y significa "estrella", pero hace referencia a la cámara Dinaledi, de la Cueva Estrella Ascendiente, lugar donde se encontraron sus fósiles.

Reconstrucción del aspecto de Homo naledi en vida. Imagen propiedad de la National Geographic Society.


2. ¿Dónde se descubrió?

R= Los restos de H. naledi se encontraron en el fondo de la cámara Dinaledi ("la cámara de las estrellas"), que corresponde a una sección de la Cueva Estrella Ascendiente (Rising Star Cave), ubicada en el Valle del río Bloubank, en el sitio patrimonio de la humanidad conocido como "Cuna de la Humanidad", que se encuentra en la provincia Gauteng de Sudáfrica.

Ubicación de la cueva de donde proceden los restos de H. naledi. Imagen base original de The New York Times. Si gustan pueden colocar estas coordenadas en google maps {26°1'13'' S 27°42'43'' E} para ver la zona con fotos de satélite y street view desde la carretera.


3. ¿Qué restos fósiles se descubrieron?

R=¡Montones! A diferencia de otras especies humanas que no corrieron con suerte y sólo están representadas por un puñado de restos, H. naledi cuenta con ¡1,550 especímenes! Y si se preguntan de qué partes del cuerpo existen fósiles... Bueno, prácticamente de todo el esqueleto. Estos restos representan aproximadamente 15 individuos diferentes entre los que habían mujeres y hombre de distintas edades.

Restos fósiles de H. naledi. Fotografía de Berger et al. (2015). Imagen en HD aquí.


4. ¿Quién lo descubrió?

R= Fue descubierto en 2013 por un equipo liderado por el paleoantropólogo Lee Rogers Berger del Instituto de Estudios Evolutivos y Centro de Excelencia en Paleociencias de la Universidad de Witwatersrand, Johannesburg, Sudáfrica y de la Escuela de Geociencias de la misma universidad. 

El Dr. Berger sosteniendo el cráneo reconstruido de H. naledi. Crédito de la fotografía: University of Witwatersrand.


Pero el Dr. Berger no excavó todos los restos, esa hazaña se la debemos a un equipo de seis mujeres valientes que se deslizaron por la estrecha entrada de la cueva y pudieron recuperar los restos fósiles.

Las seis heroínas que excavaron los restos de H. naledi. Estas mujeres fueron seleccionadas por sus aptitudes, preparación y su tamaño, pues no cualquiera puede entrar en la cueva de la cámara de las estrellas. De izquierda a derecha: Becca Peixotto, Alia Gurtov, Elen Feuerriegel, Marina Elliott, K. Lindsay (Eaves) Hunter y Hannah Morris. Crédito de la fotografía: University of Witwatersrand.


5. ¿Cómo lucía?

R= El hombre de la cueva de las estrellas tenía una morfología (y consecuentemente una apariencia) peculiar, pues por una parte mostraba partes del esqueleto muy similares a nosotros, los humanos modernos y por otra parte, tenía regiones esqueléticas bastante primitivas. Vayamos por partes... Eran unos humanos menudos, pesaban entre 39.7 y 55.8 Kg y medían entre 1.44 y 1.47 m de altura.

Reconstrucción de H. naledi del artista John Gurche. Modificada de National Geographic Society.

Su capacidad cerebral era de un volumen similar al de los primeros miembros del género Homo (unos 465 cm3). La caja torácica, hombros y pelvis eran más similares a las de los australopitecinos que a las de los miembros del género Homo. Un dato destacable de la cadera es que aunque tenía una forma primitiva, poseía grandes zonas de inserción para el músculo gluteus maximus (lo que hacía de H. naledi un pequeño nalgón corredor). Las manos de H. naledi son sorprendentemente avanzadas, pues se asemejan mucho a las manos de los humanos modernos, salvo por el detalle de ser más ganchudas. Sus piernas eran relativamente largas y sus pies bastante similares a los de los humanos modernos.

Infografía de Homo naledi con las características esqueléticas más importantes. Esqueleto de Stefan Fichtel, composición de National Geographic Society, crédito original de Lee Berger y Peter Schmid. Imagen en HD aquí.


6. ¿Es cierto que H. naledi enterraba a sus muertos?

R= No. A pesar de que los medios han querido explotar esta idea, en realidad se basa en conjeturas y no en el estudio formal de los fósiles. En la descripción original de H. naledi no se dice algo sobre si los restos llegaron al fondo de la cueva por accidente o si fueron sepultados intencionalmente. Para saber cómo llegaron los restos  de H. naledi a ese lugar tan profundo tenemos que revisar un segundo artículo publicado por el equipo que describió a H. naledi.

Representación visual de la idea acerca de que H. naledi se deshacía de sus muertos en una forma bastante avanzada.

En este estudio (dirigido por el Dr. Paul HGM Dirks) podemos leer que los restos están acomodados de tal forma que no es probable el entierro intencional. En su lugar, los paleoantropólogos y tafónomos señalan que es más probable un enterramiento que involucró corrientes de agua bastante dinámicas y que además, no sucedió todo en un único momento, por lo que no tenemos representado un entierro, sino el acarreo de cadáveres al fondo de una cueva durante un lapso considerable (¿cuánto? no se sabe, pero estudios tafonómicos sugieren que el lapso puede ser tan grande como de 10,000 años).

Caricatura de cómo es el interior de la cámara Dinaledi. Como pueden ver, no hay cadáveres alineados, sepultados o siquiera algo que sugiera un fenómeno distinto de la acumulación gradual. Original de Dirks et al. (2015), traducida por mi.

Quizá la gente se confundió al ver la palabra "burial" ("entierro"), pensando que se refiere a un sepulcro intencional, pero no, entierro es la palabra técnica para describir cómo un fósil llega a quedar cubierto por sedimentos. Por otra parte, el Dr. Berger asegura que "pareciera que no hay otra opción para el porqué los huesos están ahí" pero no es así. En realidad hay varias opciones y la más plausible es que los H. naledi murieran en las cuevas ya sea por vivir ahí o por refugiarse ahí. Después, el agua se haría cargo de sus cadáveres tal y como muestra la tafonomía. Es muy arriesgado andarse inventando cosas sin evidencias, pues los medios abrazan con gusto cualquier declaración amarillista sin consideración racional alguna.

Para enterrar muertos se requiere de un pensamiento simbólico sin paralelo en la tierra y con esa capacidad craneana, es poco probable que H. naledi haya desarrollado tal comportamiento. Crédito de la fotografía: University of Witwatersrand.


7. ¿Existe evidencia de elementos culturales como herramientas de piedra, arte o canibalismo?

R= No. El yacimiento de Dinaledi no cuenta con evidencias de elaboración alguna de elementos culturales y los huesos de H. naledi no presentan evidencias de canibalismo. Aunque los autores de su descripción hipotetizan que sus complejas manos le pudieron haber ayudado a crear herramientas de piedra, pero no deja de ser sólo una idea posible, no hay evidencia de ello.

Si bien, las manos de H. naledi son avanzadas con respecto a otros homíninos, no son tan avanzadas como las nuestras. ¿Pudo construir herramientas? Puede ser, puede ser. Foto de Justine Alford.


8. ¿Cómo encaja H. naledi en el árbol evolutivo humano?

R= No lo sabemos. A pesar de la gran cobertura mediática y del gran anuncio de su descubrimiento, no tenemos información al respecto del lugar de H. naledi en nuestras hipótesis de relaciones de parentesco. Y es que, para nuestro infortunio, los autores de su descripción no efectuaron análisis filogenético alguno. Esta ha sido una de las cosas más criticadas por los científicos. Y es que no podemos dejar de destacar la TREMENDA importancia que tiene un estudio de sistemática filogenética en estos casos, pero al parecer es la norma en paleoantropología obviar este tipo de estudios. Espero que con el gran criticismo que se ha levantado por no haber hecho un estudio de este tipo, los autores del trabajo se pongan manos a la obra y hagan uno pues sin él, no podemos saber qué tan primitivo o avanzado era Homo naledi.

"¡PAUP*, paleoantropólogo! ¿Lo hablas? ¡Describe cómo luce el árbol más parsimonioso!" Meme de Jeffrey W Martz que muestra el disgusto de algunos paleontólogos por la carencia de un análisis cladístico a pesar de la gran cantidad de información en los múltiples restos de H. naledi. *PAUP es un programa que efectúa análisis cladísticos.

Por otra parte, hay una tremenda confusión en los medios de comunicación gracias a unos "expertos" que abrieron la boca antes de pensar con detenimiento en las implicaciones de sus actos. Y es que, dijeron que H. naledi era un simple H. erectus, aunque claro sin evidencia alguna y con una notoria falta de lectura del artículo de su descripción (donde se evidencian las diferencias anatómicas de H. naledi con H. erectus). Y no estoy diciendo que sea imposible que este sea el caso, puede ser. Pero no es correcto afirmarlo sólo con "me parecismos" con tal de llamar la atención.

9. ¿Qué antigüedad tiene H. naledi?

R= Dejé esto casi al final debido a que es quizá lo más importante en cuanto a esta nueva especie. Desgraciadamente, no sabemos qué antigüedad tiene. Por más que queramos colocar a H. naledi"a ojo" (ver punto anterior) en el árbol familiar humano, la realidad es que no podemos saberlo y eso nos limita mucho. Existen especies humanas que nos han mostrado que con una morfología primitiva se puede vivir durante muchísimo tiempo y en un área geográfica monstruosa (e.g. Homo erectus) o bien, lucir como si hubiera vivido hace mucho tiempo y ser mucho más reciente (e.g. Homo floresiensis). Solemos decir en paleontología que si no conocemos la antigüedad de un fósil, dicho fósil es virtualmente inútil. Suena muy extremo, pero es la realidad ya que en paleontología, la cronología es la base de las interpretaciones (evolutivas, biogeográficas, morfológicas, de parentesco, ecológicas, etc.).

Posibles relaciones de parentesco de H. naledi. Esquema basado en el diagrama original de Jason Treat y el personal del NGM.


10. ¿Es cierto que H. naledi revoluciona nuestro entendimiento de la evolución humana?

R= No. Al menos, no de momento. Y es que como vieron en los dos últimos puntos, no sabemos casi nada de esta especie. Así que Homo naledi es prácticamente una estrella decorativa, al menos hasta no saber tanto su ubicación temporal así como sus relaciones de parentesco con otras especies humanas. Y no me malentiendan, el descubrimiento de esta especie es muy importante, pero nos faltan datos para realmente realzar su estatus como una especie clave para el entendimiento de nuestro origen.


Descripción de H. naledi (Open Access):

Berger, L. R., Hawks, J., de Ruiter, D. J., Churchill, S. E., Schmid, P., Delezene, L. K., ... & Zipfel, B. (2015). Homo naledi, a new species of the genus Homo from the Dinaledi Chamber, South Africa. eLife, 4, e09560.

Estudio de la geología y tafonomía del yacimiento donde se descubrió H. naledi (Open Access):

Dirks, P. H., Berger, L. R., Roberts, E. M., Kramers, J. D., Hawks, J., Randolph-Quinney, P. S., ... & Tucker, S. (2015). Geological and taphonomic context for the new hominin species Homo naledi from the Dinaledi Chamber, South Africa. eLife, 4, e09561.


PALEOFICHA: Cryolophosaurus ellioti

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Nombre común: "Criolofosaurio".

Nombre científicoCryolophosaurus ellioti.

Significado del nombre: "Reptil de Cresta congelada de D. Elliot".

Descrito por: William R. Hammer y William J. Hickerson en 1994*.

Grupo taxonómico: El criolofosaurio es un dinosaurio terópodo del grupo de los tetanuros (clado Tetanurae), un grupo más avanzado que los ceratosaurios. Particularmente, los análisis muestran que el criolofosaurio es el tetanuro más primitivo de todos, junto con Sinosaurus triassicus.

Holotipo (FMNH PR 1821) de Cryolophosaurus ellioti, exhibido en el Museo Field de Chicago. Fotografía de James St. John.

Rango temporal: Jurásico temprano, entre el Sinemuriano y el Pliensbachiano (ca. 190.8 Ma).

Encontrado en: La Antártida, específicamente en el monte Kirkpatrick, cerca del glaciar Beardmore, en las montañas transantárticas, a 4,000 metros sobre el nivel del mar y en sedimentos de la Formación geológica Falla.

Conocido a partir de: un cráneo casi completo y un esqueleto parcial asociado, el holotipo es el FMNH PR1821.

Reconstrucción de Cryolophosaurus ellioti basada en lo que sabemos de su parentesco y su anatomía. Reconstrucción asesorada por un servidor y obra de Oscar Calva.


Curiosidades: Don criolofosaurio es una estrella de los documentales, ha aparecido en "Dinosaur Revolution" (Reino de dinosaurios en hispanoamérica y Dinosaurios a todo gas El reino de los dinosaurios en España), puedes ver la escena de "batalla" haciendo clic en este enlace. La posición filogenética del reptil de cresta congelada fue muy incierta durante algunos años. El pobre fue un tiempo miembro de los ceratosaurios, otro tanto de los alosáuridos y brevemente de los dilofosáuridos, hasta que en 2012 volvió a su lugar de origen, como un tetanuro basal. Cryolophosaurus es el único dinosaurio conocido con una cresta de ese tipo, formada por una prolongación de los huesos lacrimales que rematan en esa forma aplanada de adelante hacia atrás. Se estima la talla de Cryolophosaurus ellioti en aproximadamente 6.5 m y también se le estima una masa de unos 465 Kg (poco menos que una vaca no muy grande). Algo bastante interesante es que es uno de los pocos dinosaurios conocidos de la Antártida, pero no vivió en un clima polar como podríamos pensar, sino que en su lugar vivió en un clima templado, uno como el que se presenta en las zonas por debajo de los 60° de latitud norte y sur en lugares con amplia cobertura de bosques decíduos de hojas anchas y coníferas. A pesar de que se le suele presentar con plumas, éstas son hipotéticas y altamente dudosas (según la evidencia actual), dado que las plumas parecen estar restringidas a terópodos más avanzados (clado Coelurosauria). Quizá esto cambie en el futuro (y es bastante probable), pero de momento, presentarle con plumas es especulativo. Y para terminar esta paleoficha, en algunos documentales viejos le decían el "Elvis Presley" de los dinosaurios por su "copete".

Descripción original:
Hammer, W. R., & Hickerson, W. J. (1994). A crested theropod dinosaur from Antarctica. Science-AAAS-Weekly Paper Edition-including Guide to Scientific Information, 264(5160), 828-829.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex.
2. - Diplodocusspp.
3. - Lystrosaurusspp.
4. - Protorosaurus speneri.
5. Paraceratheriumspp.



Literatura consultada:

Carrano, M. T., Benson, R. B., & Sampson, S. D. (2012). The phylogeny of Tetanurae (Dinosauria: Theropoda). Journal of Systematic Palaeontology, 10(2), 211-300.

Smith, N. D., Makovicky, P. J., Hammer, W. R., & Currie, P. J. (2007). Osteology of Cryolophosaurus ellioti (Dinosauria: Theropoda) from the Early Jurassic of Antarctica and implications for early theropod evolution. Zoological Journal of the Linnean Society, 151(2), 377-421.

PALEOFICHA: Huehuecanauhtlus tiquichensis

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Nombre común: No tiene. Los paleontólogos del estado lo llamamos simplemente "pico de pato de Tiquicheo" y yo le digo "Huehue".

Nombre científico: Huehuecanauhtlus tiquichensis (Hue-hue-ca-na-u-tlus / ti-qui-chen-sis).

Significado del nombre: "Pato antiguo de Tiquicheo".

Descrito por: Angel Alejandro Ramírez-Velasco y colaboradores*.

Grupo taxonómico: Se trata de un dinosaurio ornitisquio del grupo de los hadrosauroides (Superfamilia Hadrosauroidea).

Composición de los restos esqueléticos y silueta de Huhuecanauhtlus. Los restos fósiles no están a escala. Modificado de Ramírez-Velasco et al. (2012).

Rango temporal: Cretácico tardío, Santoniano (entre 86.3 y 83.6 millones de años).

Encontrado en: Barranca de los Bonetes, Tuzantla, Michoacán de Ocampo, México.

Conocido a partir de: dos individuos fragmentarios. El mayor es el IGM 6253, un esqueleto axial fragmentario (casi todo lo de la figura anterior) y el menor es el IGM 6254 que incluye restos mandibulares y un fragmento vertebral.

Arriba, reconstrucción en vida de Huehuecanauhtlus tiquichensis por Joaquín Eng Ponce, asesorada por un servidor. Abajo, escala del holotipo, silueta modificada de Ramírez-Velasco y colaboradores.

Curiosidades: En la zona donde se descubrió a este dinosaurio también se han descubierto restos de terópodo (dinosaurio carnívoro) y una tibia de un posible pico de pato (quizá sea de Huehue o de otro dinosaurio, no lo sabemos con seguridad). Algunas personas le dicen hadrosáurido, lo que implica que es un miembro de la familia Hadrosauridae, pero el estudio de Ramírez-Velasco del 2012 (donde se describió la especie) muestra que Huehue es mucho más primitivo y que está más cercanamente emparentado a dinosaurios asiáticos como Gilmoreosaurus mongoliensisJintasaurus meniscus y al italiano Tethyshadros insularis. Su existencia en el Santoniano y a una latitud tan baja en Norteamérica indica una rápida radiación y evolución autóctona de grupos procedentes de Asia. Cabe mencionar dos cosas mexicanísimamente importantes, Huehue es el dinosaurio con nombre más sureño de México (que no son sólo huellas) y también de Norteamérica. A pesar de que se llama "tiquichensis" en realidad el bicho no es de Tiquicheo, sino del municipio michoacano vecino, Tuzantla. Le pusieron ese epíteto específico por la hospitalidad de la gente de Tiquicheo, donde se quedaron los que excavaron los restos. Finalmente, la zona de México donde se encontraron los restos es una zona de conflicto social y relativamente peligrosa, pero parece ser una zona interesante para investigar.

Descripción original:

Ramírez-Velasco, A. A., Benammi, M., Prieto-Márquez, A., Ortega, J. A., & Hernández-Rivera, R. (2012). Huehuecanauhtlus tiquichensis, a new hadrosauroid dinosaur (Ornithischia: Ornithopoda) from the Santonian (Late Cretaceous) of Michoacán, Mexico. Canadian Journal of Earth Sciences, 49(2), 379-395.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex
2. - Diplodocus spp.
3. - Lystrosaurus spp.
4. - Protorosaurus speneri

Literatura consultada:

Tolson, G., Gámez, M. M., Hérnandez, E. M., García, E. C., Benammi, M., & Fucugauchi, J. U. (2005). Presencia de dinosaurios en la Barranca Los Bonetes en el sur de México (Región de Tiquicheo, Estado de Michoacán) y sus implicaciones cronoestratigráficas. Revista Mexicana de Ciencias Geológicas, 22(3), 429-435.

Ramírez-Velasco, A. A., Hernández-Rivera, R., & Servin-Pichardo, R. (2014). The Hadrosaurian Record from Mexico. Hadrosaurs. Indiana University Press, Bloomington, Indiana, 340-360.



PALEOFICHA: Thectardis avalonensis

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Nombre común: No tiene, podemos llamarlo "el conito".

Nombre científico: Thectardis avalonensis (tec-tar-dis / a-va-lo-nen-sis).

Significado del nombre: Del griego "thektos" (puntiagudo) y "ardis" (punta de flecha). El epíteto específico hace referencia a la Península de Avalon, Terranova, Canadá (donde los restos fósiles fueron encontrados). Por lo que el nombre quiere decir "Punta de flecha aguda de Avalon".

Descrito por: Matthew E. Clapham y colaboradores en el 2004*.

Grupo taxonómico:¿Esponjas?

Ejemplar completísimo de Thectardis avalonensis. La moneda mide 23.88 mm de diámetro. Imagen propiedad de la NASA.

Rango temporal: Ediacarano, entre hace 575 y 565 ±3 Ma.

Encontrado en: El sureste de Terranova, específicamente en las formaciones Drook y Mistaken Point, que corresponden al grupo Concepción.

Conocido a partir de: 140 especímenes de la Formación Drook y 65 especímenes de la Formación Mistaken Point.

Reconstrucción del conito según lo que sabemos de él hoy. Obra original para el blog por parte de Oscar Calva y asesorado por un servidor. En la obra podemos ver a una fantasmagórica esponja que habitó el oceáno profundo del Precámbrico, alimentándose en un entorno completamente distinto al fondo oceánico moderno.

Curiosidades: Thectardis avalonensis es uno de los fósiles más misteriosos del mundo, cuando se le describió, los científicos no estaban seguros de qué diantres era, pero estudiando su morfología los paleontólogos sugirieron que debió de haber estado constituido de un material semiflexible y resistente (probablemente de proteínas estructurales) además de que debió de carecer de una parte superior cubierta y si tuvo algún tipo de anclaje, éste estaba embebido en el tapete microbiano sobre el que crecía. Pero ¿qué en el nombre del sacrosanto T. rex tiene una configuración similar entre todos los bichos? La respuesta vino 7 años después, cuando un grupo completamente distinto de investigadores propuso que este conjunto de características se ajustaban a una esponja. Después de todo, Thectardis no vivía en una zona con luz y tampoco tenía rastro alguno de arquenterón (típico de animales avanzados) o de un cuerpo de construcción fractal (como es común en organismos ediacaranos); todas características esperadas en un primo del buen Bob. ¿Pero qué tipo de esponja? Se sugirió que Callyspongiaes un buen análogo moderno. Pero si prestamos atención, las esponjas candidato tienen textura, pero el conito no. Bueno, los investigadores también sugieren que los cadáveres de Thectardis muestran signos de disolución parcial y esto se ajusta al modo de preservación de los fósiles de la zona. Y para añadir más evidencia a favor de la hipótesis esponjosa, los autores indican que los requerimientos hidrodinámicos forzarían a que si esta cosa fuera una esponja, no debiera sobrepasar la relación altura/diámetro de la apertura mayor de 1.6 y el conito se ajusta como anillo al dedo. Así que de momento, es bastante plausible que sea una esponja. Y esto no es alocado ni raro, pues las esponjas aparecen en el registro fósil tan temprano como hace 760 Ma (con Otavia antiqua) o tan tardío como hace 600 Ma (con Eocyathispongia qiania). Un dato curioso final, Thectardis es el taxón fósil favorito de mi esposa, por lo que es un placer hacer un tema al respecto.

Descripción original: * Clapham, M. E., Narbonne, G. M., Gehling, J. G., Greentree, C., & Anderson, M. M. (2004). Thectardis avalonensis: a new Ediacaran fossil from the Mistaken Point biota, Newfoundland. Journal of Paleontology, 78(6):1031–1036.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex
2. - Diplodocus spp.
3. - Lystrosaurus spp.
4. - Protorosaurus speneri

Literatura consultada:

Clapham, M. E., Narbonne, G. M., & Gehling, J. G. (2003). Paleoecology of the oldest known animal communities: Ediacaran assemblages at Mistaken Point, Newfoundland. Paleobiology, 29(4), 527-544. 

Sperling, E. A., Peterson, K. J., & Laflamme, M. (2011). Rangeomorphs, Thectardis (Porifera?) and dissolved organic carbon in the Ediacaran oceans. Geobiology, 9(1), 24-33.

Brain, C. B., Prave, A. R., Hoffmann, K. H., Fallick, A. E., Botha, A., Herd, D. A., ... & Allison, S. G. (2012). The first animals: ca. 760-million-year-old sponge-like fossils from Namibia. South African Journal of Science, 108(1-2), 01-08.

Yin, Z., Zhu, M., Davidson, E. H., Bottjer, D. J., Zhao, F., & Tafforeau, P. (2015). Sponge grade body fossil with cellular resolution dating 60 Myr before the Cambrian. Proceedings of the National Academy of Sciences, 112(12), E1453-E1460.

La descripción original de los dinosaurios

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Hace ya 174 años, Sir Richard Owen describió el grupo de bicharrejos prehistóricos más famosos de todos los tiempos, los dinosaurios. Sus "hijos" han trascendido fronteras de lenguaje, cultura e incluso la frontera espacial (si, han llevado fósiles de dinosaurios al espacio, pero eso es una historia para luego). Han salido en los periódicos, han llenado museos, han sido protagonistas de novelas y películas, de caricaturas e incluso de los sueños de los niños. Pero, ¿te has preguntado cuál es la descripción científica de los dinosaurios?

Descripción original de los dinosaurios de 1841 (de una copia original de Stephen Jay Gould, firmada por el mismísimo William Buckland). La referencia completa es:
Owen, R. 1841. Report on British fossil reptiles. Part II. From the report of the British Association for the Advancement of Science for 1841. Richard & John Taylor. Londres. 204pp.


No te preocupes, acá te tengo la versión traducida :

DINOSAURIANOS
Este grupo, que incluye al menos tres géneros bien establecidos de Saurios, se caracteriza por un gran sacro, compuesto de cinco vértebras anquilosadas de construcción inusual, por la altura y la anchura y la escultura exterior de los arcos neurales de las vértebras dorsales, por la articulación doble de las costillas a las vértebras, a saber. En la parte anterior de la espina por una cabeza y un tubérculo y a lo largo del resto del tronco por un tubérculo anclado únicamente al proceso transverso; por una amplio y a veces complicado coracoides y clavículas largas y delgadas, por lo cual los caracteres cocodrilianos de la columna vertebral se combinan con caracteres de tipo lacertilio del arco pectoral; los órganos dentales también exhiben los mismos caracteres transicionales o transformacionales en mayor o menor grado. Los huesos de las extremidades son de talla proporcionalmente grande, para un saurio; están provistos de grandes cavidades medulares y tienen procesos bien desarrollados e inusuales que están terminados por huesos metacarpales, metatarsales y falanges, que, con excepción de las falanges unguales, se parecen más o menos a aquellos de los pesados mamíferos paquidermos y atestiguan, con los huesos huecos y largos, los hábitos terrestres de estas especies.
La combinación de dichos caracteres, algunos, como los sacros, son peculiares entre los Reptiles, otros prestados, pareciera, de grupos hoy distintos entre sí y todos manifestándose en criaturas que sobrepasan de lejos la talla de los reptiles modernos más grandes, bueno, se presume y considera, que hay suficiente base para el establecimiento de una tribu o suborden distinto de Reptiles Saurios, por lo que yo propongo el nombre de Dinosauria*.
De esta tribu, los géneros principales y mejor establecidos son el Megalosaurus, el Hylaeosaurus y el Iguanodon; los gigantescos cocodri-lagartos de tierra firme, las peculiaridades de la estructura osteológica los distingue de los Sauria modernos terrestres y anfibios, como claramente como terrestres, así como las modificaciones opuestas para una vida acuática caracterizan a los extintos Enaliosauria, or lagartos marinos.
La página 190 vio nacer a los dinosaurios y se acompañaba de lagartijos y pterosaurios.

Hay confusión ¿1841 o 1842? La respuesta es simple, la descripción de los dinosaurios es de 1841. Aunque una obra que repite esto mismo de 1842 haya ganado más popularidad. Y lo podemos ver en la portada de la joya que poseía don S. J. Gould.

Al pie de esta portada de libro en el que se describieron los dinosaurios y podemos ver un claro "1841".

Y bien, cuéntame ¿aprendiste algo de esta descripción original de los dinosaurios? ¿Qué te pareció? Deja tu respuesta en los comentarios. Espero que el tema te haya gustado, buen día.


GLOSARIO:
Sacro: Vértebras de la pelvis fusionadas a ésta.
Anquilosado: Se dice de los elementos óseos fusionados. /Anquilosis.
Arco neural: Estructura vertebral en forma arqueada que rodea el cordón nervioso y que generalmente se fusiona al centro vertebral. /Apófisis espinosa.
Tubérculo: Pequeña protuberancia ósea en un hueso generalmente largo.
Proceso transverso. Proceso vertebral transversal al eje anteroposterior (de delante a atrás) de la vértebra. Común y malamente denominado como "alas" de la vértebra. /Apófisis transversa.
Coracoides. Hueso par de la cintura pectoral de muchos vertebrados, excepto agnatos y mamíferos terios.
Clavícula. Hueso par de la cintura pectoral de muchos vertebrados. En las aves y algunos dinosaurios se fusionan para formar la fúrcula.
Cavidad medular. En el sistema óseo, se dice del tejido esponjoso que llena el interior de algunos huesos. Cavidad donde se aloja la médula ósea.
Metacarpal. Relacionado al metacarpo, huesos del autopodio anterior, que conecta los carpos con las falanges.
Metatarsal. Relacionado al metatarso, huesos del autopodio posterior, que conecta los tarsos con las falanges.
Falange. Cada uno de los huesos que componen el esqueleto de los dedos.
Ungual. Se dice de la falange más distal que generalmente se transforma para alojar un casco.

¿Lagarticida gigante?

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A los paleofans nos encantan los bichos grandes, entre más grande mejor y ¿qué bicho puede ser más fascinante entre todos los lagartijos? No hay otro, el poderoso megalania (Varanus priscus).

Mi primer acercamiento a megalania fue con el documental "Los monstruos que una vez conocimos" (Monsters we met) de la BBC. ¡Y en ese entonces era talla dinosaurio! Y harto malvado.

Pero desgraciadamente (para los amantes de la fantasía), don meg ha sufrido cambios que lo han acercado cada vez más a su antiguo ser mortal y lo han alejado más y más de su posición como lagartija mítica (para gusto de los que amamos la ciencia). Y es que no hace mucho se le redujo la talla, en vez de ser el monstruo de siete metros del que hablé en este blog, hoy sabemos que don meg medía aproximadamente 3.3 metros de largo y un máximo plausible de 4.67 m.

Tamaño de megalania (Varanus priscus). En azul un dragón de Komodo grande (Varanus komodoensis), de unos 2.5 metros (Ciofi, 1999); en rojo la talla máxima de megalania (4.67 m) y en negro, la talla promedio (3.3 m). Datos de Wroe (2002). Dragón de komodo basado en una fotografía de Michael Pitts, megalanias basadas en una fotografía de Romeo Gacad. El humano en la escala (un servidor), mide 1.74 m.

Enanizado y todo, pero ¿era temible depredador no? Pues parece que no era el depredador tope de su ecosistema como nos lo vendieron, habían otros depredadores grandes que quizá le hacían la vida de cuadritos, como Thylacoleo carnifexWonambi naracoortensis (una serpiente de 5 m de largo) o Quinkana fortirostrum (un cocodrilo presuntamente terrestre, de unos 3 m de largo). Y las cosas se ponen más serias, cuando los documentales nos mostraron a los primeros habitantes de Australia interactuando con los megalanias. Pero ¿era esto posible? Un nuevo estudio recientemente publicado* muestra que al menos, los primeros H. sapiens de Australia y los últimos megalanias eran contemporáneos.

Uno de los primeros humanos en Australia es testigo de la lucha de dos gigantes. Arte por Tuomas Koivurinne.

Como siempre la prensa exagera y en las redes sociales se malinforma. Y es que, se anda diciendo que esto demuestra que coexistieron y que es probable que entonces, los humanos hayan sido los responsables de la extinción de estas criaturas. Pero la realidad es menos fílmica y lo "único" que hizo el nuevo descubrimiento fue mostrarnos que los humanos y los varanos gigantes habitaron el mismo lapso, no nos dice nada de si se encontraron cara a cara (pues no hay evidencias para suponerlo digo, yo soy contemporáneo de Scarlett Johansson y hasta habito el mismo continente, pero ni de chiste me la he encontrado cara a cara). E incluso, si los dragones gigantes y los humanos coexistieron, tampoco es garantía de que ellos los hayan extinto. Dejemos ya el burdo movimiento pasivo agresivo donde todos los humanos somos escoria por naturaleza (no hay ciencia que avale esa ridícula idea) y pensemos en las posible causas de la extinción de estas maravillosas bestias sin la cabeza clavada en el suelo. Pues los grandes dragones se han ido, pero nos han legado un misterio, misterio que los paleontólogos luchan por resolver usando la cabeza.


Fuentes:

Ciofi, C. (1999). The Komodo dragon. Scientific American, 280(3), 84-91.

* Price, G. J., Louys, J., Cramb, J., Feng, Y. X., Zhao, J. X., Hocknull, S. A., ... & Joannes-Boyau, R. (2015). Temporal overlap of humans and giant lizards (Varanidae; Squamata) in Pleistocene Australia. Quaternary Science Reviews, 125, 98-105.

PALEOFICHA: Diplomystus spp.

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Nombre común: No tiene. Podemos asignarle el de "paleosardinas".

Especies reconocidas: Al menos diez: Diplomystus dentatus (especie tipo), D. altus, D. birdi, D. dartevellei, D. altisomus, D. dubertreti, D. humilis, D. kokuraensis, D. primotinus, D. vectensis.

Significado del género:"Doble bigote", como podrán notar más adelante, este pez no tiene o tenía bigotes. En cambio, eso del doble mostacho hace referencia a un pez mostachón del sureste asiático, el bágrido (no es broma, si hay una familia llamada Bagridae) Mystus. No tengo idea qué le vio de similar Cope...

Género descrito por: Edward Drinker Cope en 1877.

Grupo taxonómico: Peces óseos avanzados (Teleostei), del orden Clupeiformes que agrupa a las sardinas, anchoas, arenques, alosas y pellonas. Específicamente, de la familia Ellimmichthyidae. O bien, en el orden Ellimmichthyiformes y en la familia Paraclupeidae (véase más adelante).

Diplomystus dentatus, la especie tipo de esta paleosardina. Fotografía de Didier Descouens.

Rango temporal: Del Cretácico temprano (140.2 Ma) hasta el Eoceno temprano (50.3 Ma).

Encontrado en: México, Estados Unidos, Canadá, Guinea, Italia, Japón, Líbano, Marruecos, Palestina y España.

Conocidos a partir de: Multitud de esqueletos completos, parciales e incluso mostrando interacciones con otras especies.

Reconstrucción de la especie tipo de paleosardina, Diplomystus dentatus. Dibujo de Ulises de la Paz Ruiz y coloreado por Joaquín Eng Ponce. En la escala apreciamos un individuo promedio de la especie (de unos 15 cm de longitud total) y en las siluetas, un individuo de talla grande (aproximadamente 48 cm de longitud total) y uno de talla pequeña (8.5 cm aproximadamente), todos adultos.

Curiosidades: La paleosardina (en todas sus variedades de especies) fue asignada originalmente a la familia Clupeidae, que contiene a las actuales sardinas, arenques y alosas. Pasó el tiempo y luego obtuvo familia propia (Ellimmichthyidae) "sólo" 105 años después (en 1982). Algunos paleoictiólogos han sugerido que en realidad, las paleosardinas y sus parientes se agrupan en un orden propio (Ellimmichthyformes) y en la familia Paraclupeidae ("al lado de las sardinas"). Un lío ¿no? En fin, depende de qué criterios se sigan para considerar una u otra opción. Los fósiles de estos pececillos se encuentran entre los más comerciados, vendiéndose en casi cada tienda de la esquina... Bueno, no tanto así, pero si que es fácil obtener tu propio Diplomystus (en este blog no fomentamos el comercio de fósiles, come frutas y verduras). Entre tanta paleosardina algo raro debe haber ¿no? Y si, pues se conocen algunas de estas que han cumplido al pie de la letra el adagio "por la boca muere el pez" y es que literalmente, hay fósiles de paleosardina que murieron al tratar de engullir algo más grande de lo que podían, he aquí un ejemplo. Esto nos lleva a otra revelación, todos estos peces eran carnívoros, algo que no es frecuente entre los sardinomorfos (Clupeiformes), que por lo general se alimentan de plancton, excepto en la familia Chirocentridae. Las paleosardinas eran de agua dulce, algo que también es raro entre los sardinomorfos modernos, con excepción de algunos géneros como Sundasalanx y la familia Pristigasteridae, donde encontramos al análogo más similar a Diplomystus de la modernidad, el género Pellona (jaja, pelona...). La paleosardina se hacía cada vez más fea conforme crecía , su frente crecía poco y el resto de la cara crecía normalmente, lo que producía que tuviera una "cara de rana" que no podía con ella, pobrecilla. Finalmente y para terminar esta sección hay algo digno de mención, las paleosardinas eran más poderosas que los dinosaurios no avianos, pues a diferencia de estos bobos, estos peces sobrevivieron al evento K/Pg que terminó con los animales favoritos de los niños, aunque luego algo pasó en el Eoceno que las eliminó, lástima, jamás sabremos a qué sabe una de estas paleosardinas.

Descripción original: Cope, E. D. (1877). A contribution to the knowledge of the ichthyological fauna of the Green River Shales. Bulletin of the United States Geological and Geographical Survey 3(4):807-819.



Nelson, J. S. (2006). Fishes of the World. Cuarta edición. John Wiley & Sons. p128.

Grande, L. (1982). A revision of the fossil genus Diplomystus: with comments on the interrelationships of clupeomorph fishes. American Museum novitates; no. 2728.


F.A.Q. Dakotaraptor steini

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Bienvenidos sean todos ustedes de nuevo a una nueva entrada de este, su blog. En esta ocasión hablaré sobre el recién descubierto Dakotaraptor steini, una especie que ha causado sensación en las redes sociales, pero que desgraciadamente ha generado muchos mitos. Y como es costumbre, este F.A.Q. (siglas de "preguntas frecuentes y sus respuestas") explicaré qué hay con este nuevo dinosaurio. Disfruten.

1. ¿Cómo dijiste que se llamaba?
R= Ah, se llama Dakotaraptor steini, se pronuncia "Da-ko-ta-rap-tor, ste-i-ni".

Reconstrucción de Dakotaraptor steini por Emily Willoughby. Esta belleza (el raptor) apareció en el artículo científico de la descripción del nuevo taxón.

2. ¿Y qué significa?
R= El nombre genérico significa "raptor de Dakota" y es que sus restos recién descritos proceden de Dakota del Sur y también se pretende hacer homenaje a la tribu Dakota, que era habitante de la zona donde se encontraron los fósiles de este dinosaurio. Y el nombre de la especie hace referencia al paleontólogo Walter W. Stein. De ahí que el nombre completo signifique algo así como "saqueador de Dakota de Walter W. Stein".

Walter W. Stein, el paleontólogo al que le dedicaron este dinosaurio. Visita su perfil LinkedIn en este enlace.

3. ¿Qué tan viejo es?
R= Del Cretácico tardío terminal, específicamente del Maastrichtiano, el último piso de la era de los dinosaurios. Lo que lo coloca con una edad de hace unos 66 millones de años más unos cuantos miles de años, pues sus restos estaban localizados a escasos 20 cm por debajo del límite estratigráfico entre el Cretácico y el Paleógeno. Por ello, Dakotaraptor era uno de los últimos dinosaurios.

Mapa de la excavación de Dakotaraptor. Tomado de DePalma et al. (2015).

4. ¿Dónde dijiste que se encontró?
R= En Dakota del Sur, Estados Unidos de América. Específicamente en el Condado Harding, en estratos de la Formación geológica Hell Creek.

Mapa de la ubicación de los restos de Dakotaraptor. Tomado de DePalma et al. (2015).

5. ¿Con qué criaturas convivió?
R= Al vivir en la formación Hell Creek, vivió con muchísimas criaturas, hagamos un repaso rápido. Entre los dinosaurios tenemos los géneros: Tyrannosaurus, Ornithomimus, Struthiomimus, Triceratops, Pachycephalosaurus, Torosaurus, Leptoceratops, Ankylosaurus, Edmontonia, Edmontosaurus, Theschelosaurus, entre otros. También vivió con un azdárquido desconocido, al menos tres especies de crocodilomorfo, catorce especies de squamatos (lagartijas y parientes), veinticuatro o más especies de mamíferos, veintiuna o más especies de tortugas, etc. Si quieres saber más de la biota de Hell Creek, haz clic en este enlace.

Algunos dinosaurios que también fueron encontrados en la formación Hell Creek. Ilustraciones de Satoshi Kawasaki.

6. ¿Es cierto que vivió con otros raptores?
R= Parece que si, al menos con uno más, con Acheroraptor temertyorum, descrito en 2013. Y digo parece porque la procedencia estratigráfica no permite saber si coexistieron, sólo que están en la misma formación geológica (Hell Creek). Cabe aclarar que una misma formación geológica no tarda un santiaménen formarse y puede contener lapsos temporales de millones de años, en el caso particular de Hell Creek, la formación tiene al menos 800,000 años de rango temporal. Muchas cosas pueden ocurrir en casi un millón de años.

Acheroraptor temertyorum, descrito en 2013 e ilustrado también por la artista Emily Willoughby.

7. ¿Qué tan grande era?
R= Sus medidas no son concluyentes (por lo fragmentario de los restos) pero pudiera ser que rondara los 5.5 m de longitud (recuerda, los dinosaurios no se miden en alto, sino en largo).

Talla de Dakotaraptor comparada con una persona de talla promedio. A la derecha aparece una silueta con los restos conocidos del dinosaurio nuevo. Note que la pierna que apoya está en mala postura y no se podía estirar tanto en vida. Tomado de DePalma et al. (2015).

8. ¿Es cierto que era más grande que Utahraptor?
R= No. Y es que aunque se aproxima a Utahraptor ostrommaysorum en longitud (el saqueador de Utah medía 7 m aproximadamente de largo), no se le acercaría en masa (peso) y si recordamos que en biología grande= masivo, entonces Utahraptor era más grande por su complexión más pesada. ¿Cuánto exactamente? No lo sabemos, pero no necesitas ser un genio para saber que una garza del tamaño de un pollo pesa mucho menos que el pollo. En este caso, ídem.

Comparación de las garras hipertrofiadas de Utahraptor (izquierda) y Dakotaraptor (derecha) a escala. Foto de Robert DePalma enviada a James Kirkland vía Facebook.

9. ¿Es este el raptor en el que está inspirado Jurassi Park como cientos de fanboys con trombosis cerebral claman?
R= No, todos sabemos que Michael Crichton se inspiró en los dinonicos (Deinonychus antirrhopus) para sus personajes de novela que babeaban veneno. ¿Veremos dakotaraptors en el cine en la secuela de Jurassic World? No creo, pero si aparecen, tendrán síndrome de lagartija fílmica y no representarán al animal de forma realista, quizá hasta le inyecten una dósis alta de Burianina o de Knitghina para hacerlos aún más retro.

9.1. ¿Era un raptor calvo cierto?
R= Me temo que no. Afortunadamente una ulna (hueso más externo del antebrazo) de Dakotaraptor presenta evidencia de "quill knobs", o sea: puntos de inserción de las plumas secundarias (las primarias van en la mano y las terciarias en el brazo). Esto nos grita en la cara dice que este enorme raptor tenía alas. Y según lo que sabemos de la anatomía plumífera de los dinosaurios, esto quiere decir que si, Dakotaraptor era un dinosaurio emplumado.

Hermosa ilustración de Dakotaraptor steini desplumando a su presa, un ornitomimosaurio recién cazado. En esta imagen podemos ver el posible uso de las alas en estos dinosaurios carnívoros según lo propuesto por Fowler et al. (2009). Esta pieza es obra de la talentosa Emily Willoughby.

10. ¿Por qué me debería importar este nuevo raptor?
R= Por varias razones. Primero que nada, es el primer raptor de gran tamaño que se encuentra en la formación Hell Creek, también es el más jóven (geológicamente) conocido en el mundo o sea: el último raptor conocido, antes de que el bólido que impactara en Yucatán eliminara a estos y otros dinosaurios no avianos. También viene a sanar las dudas que algunos estudiosos de la formación tenían, pues desde hace muchos años encontraban huesos raros de gran tamaño que ahora saben, pudieron se de este gran dromeosáurido. Y desde luego, su hallazgo nos hace re-pensar en las interacciones de los dinosaurios de Hell Creek, pues ahora debemos comenzar a preguntarnos ¿suponía competencia con T. rex? ¿Qué comía? ¿era gregario? y todo un sinfín de preguntas científicas.

Así que ahora, les dejaré con algunas imágenes que me han gustado de este dinosaurio. Disfruten.

Las alas de la bestia. Fotografía de Robert DePalma. Usado con permiso.

Acercamiento a la zona de inserción de las plumas. Fotografía de Robert DePalma. Usado con permiso.

Reconstrucción esquelética de Dakotaraptor steini. Fotografía de Robert DePalma. Usado con permiso.

Arte conceptual de Dakotaraptor para el juego Saurian. Ilustración de R. J. Palmer. Note que la silueta pertenece a Robert T. Bakker, uno de los descriptores de la bestia.

Comiéndose a la competencia. Un Dakotaraptor se dispone a comer a un juvenil de Tyrannosaurus. Arte por Zubin Erik Dutta.

Dakotaraptor comparado a Utahraptor. Ilustración por Joschua Knüppe. Si así lo desean, pueden descargar la versión grande haciendo clic aquí.

Un bonito Dakotaraptor corriendo, obra de Paccosaurus Paco Vílchez.

La última y nos vamos... Busto de Dakotaraptor por Ville Sinkkonen‎.


Literatura referida:
Fowler, D. W., Freedman, E. A., & Scannella, J. B. (2009). Predatory functional morphology in raptors: interdigital variation in talon size is related to prey restraint and immobilisation technique. Plos One, 4(11), e7999.
DePalma, R. A., Burnham, D. A., Martin, L. D., Larson, P. L. & Bakker, R. T. (2015). The first giant raptor (Theropoda: Dromaeosauridae) from the Hell Creek Formation. Paleontological Contributions, number 14. KU Paleontological Institute, The University of Kansas. 15pp.

PALEOFICHA: Sebecus icaeorhinus

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Nombre común: No tiene, pero podemos latinizar su nombre... Sería algo como "sebeco", no... mejor lo dejamos así.

Nombre científico: Sebecus icaeorhinus (se-be-cus / i-ceo-rri-nus).

Significado del nombre: El género es en honor al dios egipcio Sobek, dios del nilo y toda su abundancia. El epíteto específico deriva de εικαίοs (eikaíos), aleatorio y ῥύγχος ‎(rhúnkhos), hocico; por lo que significa "hocico aleatorio", en referencia a lo inusual del mismo.

Descrito por: George Gaylord Simpson en 1937.

Grupo taxonómico: crocodilomorfos notosuquios zifosuqios del grupo Sebecosuchia y de la familia Sebecidae, hoy todos extintos.

Réplica del cráneo reconstruido de Sebecus icaeorhinus (espécimen AMNH 3160) en el Museo Americano de Historia Natural. Foto de Smokeybjb.

Rango temporal: Eoceno temprano (entre hace 55.8 a 48 millones de años). Y posiblemente más si es que las otras especies del género resultan ser sinónimos.

Encontrado en: Argentina (el holotipo procede de Cañadón hondo, Chubut).

Conocido a partir de: Restos craneales, incompletos y casi completos, así como abundante material postcraneal aislado y fragmentario, de los que destacan los de un juvenil casi completo que incluye vértebras, el coracoides izquierdo, un húmero, un radio fragmentario, una ulna completa, partes de la cadera, un par de fémures, una tibia y algunos elementos tarsales y uno carpal. 

Reconstrucción de Sebecus icaeorhinus por Oscar Calva. Asesorada por un servidor. La escala está basada en el cráneo del espécimen tipo adulto y el esqueleto juvenil recientemente descrito por Pol et al. (2012) redimensionado y tomando las proporciones de crocodiliformes similares.

Curiosidades: Sebecus icaeorhinus es uno de los pocos taxones de crocodiliformes nombrados en honor a una deidad crocodiliana. El cráneo de S. icaeorhinus es tan inusual que en un principio se le identificó como un dinosaurio, hasta un estudio más formal donde se creyó que era un cocodrilo raro y luego se supo que no era un cocodrilo verdadero, sino un crocodilomorfo antiguo cuyo linaje era el último sobreviviente de un grupo que otrora reinara el final del Mesozoico. El nombre del grupo donde se anida actualmente Sebecus hace referencia a la anatomía de sus dientes (zifodontos), similares a los de los dimetrodontes y dinosaurios carnívoros extintos; se trata de dientes comprimidos lateralmente y con presencia de dentículos que servían para mejorar la superficie de corte. Este bicho no era acuático,  como podría esperarse de un crocodiliforme, era terrestre y llenó el nicho dejado por los dinosaurios depredadores hasta que los mamíferos los desplazaron completamente en el Mioceno. Se conoce un molde endocraneal de Sebecus que revela un excelente sentido del olfato y una visión y audición bastante buenos. Esto y que los paleontólogos piensen que era un buen corredor lo ponen a uno a temblar un poco de pensar lo que sería de un pobre ser humano en Sudamérica durante el Eoceno.

Descripción original: Simpson, G. G. (1937). New reptiles from the Eocene of South America. American Museum of Natural History. 927: 3pp.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex.
2. - Diplodocusspp.
3. - Lystrosaurusspp.
4. - Protorosaurus speneri.
5. Paraceratheriumspp.
6. Cryolophosaurus ellioti.
7. Huehuecanauhtlus tiquichensis.
8. Thectardis avalonensis.
9. Diplomystusspp.

Literatura consultada:

Colbert, E. H., Simpson, G. G., & Williams, C. S. (1946). Sebecus, representative of a peculiar suborder of fossil Crocodilia from Patagonia. Bulletin of the AMNH; v. 87, article 4.

Pol, D., Leardi, J. M., Lecuona, A., & Krause, M. (2012). Postcranial anatomy of Sebecus icaeorhinus (Crocodyliformes, Sebecidae) from the Eocene of Patagonia. Journal of Vertebrate Paleontology, 32(2), 328-354.

PALEOFICHA: Gastornis spp.

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Nombre común: No tienen, aunque por el sinónimo también se les conoce como "diatrymas".

Especies reconocidas: Al menos cinco, G. parisiensis (especie tipo), G. russeli, G. sarasini, G. gigantea  y G. xichuanensis.

Significado del género:"Ave de Gaston", en honor al médico Gaston Planté, quien descubriera los primeros restos de esta ave (una tibia) en los alrededores de París (de ahí el nombre de la especie tipo).

Género descrito por: Constant Prévost en 1855, pero el nombre fue acuñado un poco después por Edmond Hébert el mismo año.

Grupo taxonómico: Aves neognatas del grupo de las Galloanserae, ubicadas en el orden Anseriformes (donde están los patos) o bien, en un orden propio pero relacionado, el Gastornithiformes.

La Gastornis más clásica del Museo Americano de Historia Natural.

Rango temporal: Del Paleoceno tardío al Eoceno medio (entre 58.7 y 48.6 millones de años).

Encontrado en: Inglaterra, Bélgica, Francia, Alemania, Estados Unidos (Wyoming, Colorado, Nuevo México) y China.

Conocidos a partir de: Una multitud de restos fósiles que incluyen esqueletos fragmentarios en varias etapas del desarrollo e incluso huevos.

Reconstrucción de Gastornis gigantea, la especie más grande conocida de este género. Ilustración de Joaquín Eng Ponce, asesorada por un servidor. Para esta reconstrucción nos basamos en la morfología y coloración de los anseriformes primitivos, con quienes Gastornis presenta la mayor afinidad filogenética.

Curiosidades: Gastornis es uno de los géneros de aves no voladoras más ampliamente distribuidos de todos los tiempos (si no es que el más ampliamente distribuido, sólo vean su distribución), esto se debe a que habitaba zonas selváticas que abundaron en todo el hemisferio norte, pudiendo desplazarse entre continentes caminando por estos bosques y una vez en ellos, generaba especies diferentes. La archifamosa Diatryma, nombre que aún hoy se usa, es un sinónimo de Gastornis y se usa para las Gastornis de este lado del charco (Norteamérica). Muchos suelen confundir a esta pobre ave con las aves del terror con quienes no guarda parentesco estrecho, a veces también se le confunde con las Dromornithidae de Australia con quienes si está emparentada, pero distantemente. Durante su historia temprana se pensaba que era un ave grácil y alta, hoy sabemos que no es así y que era bastante regordeta (puedes hacer clic en este enlace para ver una reconstrucción antigua y caduca). Durante muchísimo tiempo se pensó que esta ave era una terrible cazadora. De hecho, en el documental de la BBC "Paseando con bestias" podemos ver que se le representa como carnívora (pueden ver un clip haciendo clic en este enlace). Gracias a recientes estudios de morfología e isótopos estables, sabemos que en realidad era una vegetariana que probablemente usara su "temible" pico como cascanueces, pues con mucha probabilidad era frugívora. En un tema pasado del blog ahondé en el tema. Finalmente, a muchos les gusta hacer a Gastornis con plumas filamentosas tipo casuario u otras ratitas, pero por su ubicación taxonómica eso es poco probable. Los fósiles que alguna vez se interpretaron como plumas filamentosas de Gastornis son hoy interpretados como material vegetal (clic aquí para ver) y la única pluma fósil que podemos atribuir a esta ave procede del Green River de Wyoming (EUA) y la pueden ver haciendo clic en este enlace.

Descripción original: Hébert, E. (1855). Note sur le tibia du Gastornis parisiensis. C.R. Acad. Sc. Paris 40: 579-582.

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex.
2. - Diplodocus spp.
3. - Lystrosaurus spp.
4. - Protorosaurus speneri.
5. Paraceratherium spp.
6. Cryolophosaurus ellioti.
7. Huehuecanauhtlus tiquichensis.
8. Thectardis avalonensis.
9. Diplomystus spp.
10. Sebecus icaeorhinus.

Literatura consultada:


Mlikovsky, J. (2002). Cenozoic birds of the world Part 1: Europe. Ninox Press. 417pp.

Angst, D., Lécuyer, C., Amiot, R., Buffetaut, E., Fourel, F., Martineau, F., ... & Herrel, A. (2014). Isotopic and anatomical evidence of an herbivorous diet in the Early Tertiary giant bird Gastornis. Implications for the structure of Paleocene terrestrial ecosystems. Naturwissenschaften, 101(4), 313-322.



Tres cosas que no sabías del origen de los reptiles

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Hola que tal estimados lectores. En esta ocasión les traigo una nueva sección: "Palaeos a la carta", en donde responderemos los comentarios más votados en nuestra página de Paleontología de vertebrados. Ahora presentaré el comentario ganador:

Gustavo Melim Gomes nos dice: "La transición de los anfibios a los reptiles, se sabe muy poco. Todo el mundo habla de la transformación de los dinosaurios a las aves."

Cierto, más que cierto... Los paleofrikis nos obsesionamos con los dinosaurios y olvidamos que hay otros grupos como los súper conocidos reptiles. Así que damos paso al tema: Tres cosas que no sabías del origen de los reptiles.

Número 1 . ¿Reptil?

Las entidades que conocemos como reptiles en realidad son fruto de nuestra selección bastante tramposa de un grupo particular de vertebrados. Selección en la que elegimos a unos, pero a otros no. Desde un punto de vista fisiológico, un reptil es un tetrápodo (bicho de cuatro patitas) escamoso. Pero desde un punto de vista filogenético, "reptil" es una palabra vacía que no significa prácticamente nada dado que excluimos a ciertos miembros de un mismo árbol familiar como reptiles, pero a otros no.

Lo que reconocemos claramente como reptil está englobado en verde, pero... ¿En qué momento exactamente un dinosaurio (ancestro de las aves) deja de ser reptil? ¿En qué punto un sinápsido (ancestros de los mamíferos) deja de ser reptil? ¿Qué pasa con algunas formas que no están en la línea de "ascendencia" hacia las aves pero tienen plumas como Kulindadromeus? Ilustraciones a color de Dmitry Bogdanov. 

En realidad, en paleontología (y biología) hacemos caso a la sistemática que nos dice que un grupo natural está compuesto por TODOS los descendientes de un mismo ancestro común. Eso hace que los reptiles, en el sentido de la imagen anterior, no sean válidos como grupo natural. Podemos dar opciones para resolverlo y llamar "Reptilia" a todos los miembros desde el último ancestro común entre digamos un cocodrilo y un milerétido... Aún así nos quedamos con que las aves incluidas como reptiles y mandamos al diablo a los sinápsidos y especialmente a los antiguos como reptiles (i.e. animales como Dimetrodon no eran reptiles, algo impensable).

Los reptiles (cuadro rojo), son un grupo que no puede quitarse de encima a las aves (recuadro verde), claros miembros del grupo. Cualquier intento de expulsarlas y "desheredarlas" de la familia incurre en "pecado" filogenético (creación de grupos no naturales). Cladograma tomado de Wikipedia y basado en lo más reciente de filogenia de estos vertebrados.

Esto (dejar de llamar reptil a los sinápsidos y otras formas antiguas como los primeros reptiles conocidos del Carbonífero) es lo que muchos hacen. Perootros, como un servidor, lo consideramos un intento perdido de "salvar" el nombre reptil. Lo más fácil es por tanto, abandonar esa idea de siglo XVIII y darnos cuenta que en realidad, no hay tal cosa como un reptil. Entonces ¿cómo les digo? Simple estimado lector, simple: amniotas.


2. Lo que hace a un "reptil" son los huevos y la piel.

Dado que ya dejamos claro (espero) que "reptil" no significa nada más que problemas y que mejor usaremos el término amniota, entonces ¿qué rayos es un amniota? Bueno, la definición de uno nos lleva a pensar directamente en la palabra "reptil", pues un amniota tiene como características propias (y basales): un cuerpo cubierto por integumento queratinoso seco (escamas) y el desarrollo de un huevo con tres capas extraembrionarias y cáscara dura, el huevo amniota.

Este bebé tortuga tiene lo que debe tener un amniota: el huevo amniota con sus tres capas (corion, amnios y alantoides) y una piel seca y llena de queratina en plaquitas llamadas escamas; dichas escamas desaparecerían secundariamente en muchos grupos. Foto de Richard Mayer.

Aquí nos topamos un un problema: esas cosas (piel y huevos) no se conocen ampliamente en el registro fósil de la época relevante para el origen de los amniotas, el Carbonífero. Gracias a este hecho, podemos especular sobre qué grupos desarrollaron primero estas adaptaciones o bien, podemos tomar miembros conocidos de grupos claramente amniotas (e.g. Synapsida, Diapsida, etc.). Y precisamente es lo que se ha hecho. De tal forma que los amniotas más antiguos conocidos son Protoclepsydrops haplous(un sinápsido) y Paleothyris acadiana (un  diápsido). ¿Resolvimos el misterio de su origen con estos dos bichos de hace 312 millones de años? No.

3. La transición es desconocida en sus detalles (pero tenemos una idea bastante cercana).

Como dije antes, los aminotas más viejos conocidos son un sinápsido (miembro del linaje que condujo a los mamíferos) y un diápsido (miembro del linaje que condujo a las lagartijas y parientes, tortugas, cocodrilos y aves). Pero eso no significa que ellos hayan sido los primeros, sólo que son los que conocemos. Seguro hayan más por descubrir y algún sesgo nos lo impide. Pero entonces ¿de dónde salieron los amniotas?

Reconstrucción de Paleothyris acadiana por Silvana Dettmann.

Bueno, los amniotas surgieron de un grupo muy grande de "anfibios" (otra palabra que evolutivamente no significa un carajo, pero que trataremos en otra ocasión) llamados reptilomorfos (Reptilomorpha). En muchas hipótesis de parentesco, los reptilomorfos son menos derivados que los temnospóndilos, de los que surgieron los anfibios modernos (ranas, salamandras y cecilias), lo que haría de los amniotas (miembros del grupo Reptilomorpha) animales más primitvos que una rana (vaya vueltas que da la vida). En fin, la cosa es que de entre estos reptilomorfos surgieron los amniotas.

Cladograma de Ruta et al. (2003) donde podemos ver que los reptilomorfos (morado) son el grupo más emparentado a los amniotas (rojo) y que de entre todos los reptilomorfos, los diadectomorfos (Diadectomorpha) parecen ser los parientes más cercanos a los "reptiles". Aún con todo eso, tanto los reptilomorfos (incluyendo amniotas) como los lepospóndilos (verde) son considerados "anfibios". Resulta importante notar el cuadro naranja, pues ahí es donde están los anfibios modernos.

Si prestamos especial atención al cladograma pasado, veremos cosas importantes como: 1) Los parientes más cercanos a los amniotas (y por tanto un modelo de cómo debieron ser los ancestros de los mismos) son los diadectomorfos. 2) Estos ancestros amniotas eran tetrápodos no amniotas (anamniotas) que en conjunto son considerados bajo el nombre peyorativo de "anfibios". 3) Estos "anfibios" no guardan relación de parentesco cercana con los anfibios modernos (Lissamphibia).

Diadectes es un género bastante conocido de diadectomorfo, el grupo hermano de los amniotas. Estos anamniotas ("anfibios") no eran primos ni cercanos de los lisanfibios modernos. Ilustración por el Dr. Robert T. Bakker.

Dado lo anterior, los amniotas (erróneamente llamados "reptiles") descienden de "anfibios", pero no de ningún grupo moderno, sino de un antiguo linaje del que sólo sus descendientes escamosos sobrevivirían hasta la actualidad (durante el Triásico tardío, se extinguirían los últimos reptilomorfos no amniotas: los Chroniosuchia).

Así, estimado lector llegamos al fin de este post, espero que el tema te haya llamado la atención. Si tienes dudas no dudes en preguntar. Finalmente, si te gusto el post, haz el favor de compartirlo, quizá alguien lo encuentre interesante también.

PALEOFICHA: Exellia spp.

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Nombre común: No tiene, podemos entonces castellanizar el nombre del género como "exelia" o podemos usar el nombre del personaje al que se dedica el pez y llamarle "pez de Exell).

Especies reconocidas: Exellia velifer (especie tipo) y E. proxima.

Significado del género: Es en honor a Arthur Wallis Exell, botánico y asistente del departamento de Botánica del Museo Británico de Historia Natural en 1901.

Género descrito por: Fue figurado originalmente por G. S. Volta en su obra de 1796 "Ittiolitologia Veronese", pero no le dio nombre formal. Fue Louis Agassiz quién le dio nombre por primera vez, cuando en 1835 hizo una revisión del trabajo de Volta, le puso a la especie "Semiophorus velifer" (y añadió una segunda: "S. velicans"). Posteriormente, White y Moy-Thomas en 1941 renombraron el género considerando la descripción de Agassiz como desnuda y acuñaron el nombre de Exellia.

Grupo taxonómico: Se trata de peces osteíctios del orden Perciformes y del suborden Acanthuroidei. La posición de familia es discutida, pues se piensa o que pertenece a la actual familia Ephippidae (palaguas o peluqueros) o bien, que tenía familia propia: Exellidae.

Foto del Museo Nacional de Historia Natural de París.

Rango temporal: Del Paleoceno al Eoceno.

Encontrado en: Italia (E. velifer) y Turkmenistán (E. proxima).

Conocidos a partir de: Múltiples esqueletos completos y en excelente estado de preservación, se conocen varias etapas del desarollo.

Ilustración de los posibles estados de desarrollo de Exellia velifer tomando en cuenta a sus parientes más próximos y la escala de los animales mostrados. Bajo guía científica de un servidor y de Ulises de la Paz Ruíz. Ilustración de Oscar Calva.

Reconstrucción en vida de Exellia velifer (la especie tipo) a partir de el adulto más grande que encontramos y que era seguro de esta especie. ¿No muy grande verdad? Reconstrucción de Oscar Calva asesorada por un servidor.

Curiosidades:Exellia pertenece a un grupo de peces que de nombre no te sonarán ni un poco (Acanthuroidei), pero seguro que si los conoces; si viste "Buscando a Nemo" debes de saber que es pariente de Gill (el líder del acuario de escapistas), de Burbujas (el pez amarillo un poco transtornado) y de la adorable Dory (no, Disney no nos paga un peso... patrocíname Disney, ah espera, luego de The Good Dinosaur, no quiero nada contigo, me has traicionado *huye llorando*)... Ejem, en fin. Otra cosa curiosísima es que este pececillo tiene un homónimo (otro género que se escribe y pronuncia igual), pero no se trata de un animal (el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica prohíbe que dos animales lleven el mismo nombre), sino de una planta: una liana llamada Exellia scamnopetala ("de pétalos trepadores"), pueden ver la liana haciendo clic aquí. Exellia era un pez bastante menudo pero que llama bastante la atención por su aleta gigante (en relación a su cuerpo), poco se sabe de sus hábitos vida y otras cuestiones, es por estos misterios que se ganó su lugar entre las paleofichas.

Descripción original: *Ver la sección de "género descrito por".

PALEOFICHAS ANTERIORES:

1. - Tyrannosaurus rex.
2. - Diplodocus spp.
3. - Lystrosaurus spp.
4. - Protorosaurus speneri.
5. Paraceratherium spp.
6. Cryolophosaurus ellioti.
7. Huehuecanauhtlus tiquichensis.
8. Thectardis avalonensis.
9. Diplomystus spp.
10. Sebecus icaeorhinus.
11. Gastornis spp.


Literatura consultada:

Volta, G. S. (1796). Ittiolitologia veronese del museo Bozziano ora annesso a quello del conte Giovambattista Gazola e di altri gabinetti di fossili veronesi, con la versione latina. Giuliari.

Agassiz, L. (1835). Revue critique des poissons fossiles figurés dans l'Ittiolitologia veronese. Impr. Petitpierre et Prince.

White, E. I., & Moy-Thomas, J. A. (1941). XXV.—Notes on the nomenclature of fossil fishes.—Part III. Homonyms MZ. The Annals and Magazine of Natural History, 7(40), 395-400.

Bannikov, A. F. (2000). New data on Late Paleocene marine percoids (Perciformes) of Turkmenistan. Journal of Ichthyology, 40(8), 564-570.


Las aves son dinosaurios

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Seguramente si eres paleofriki tendrás una cara similar a esta:

No me digas...

Sin embargo, no a todos les parece tan obvio que las aves son dinosaurios. Y es que los divulgadores no hemos hecho un esfuerzo lo suficientemente poderoso para dejar bien claro por qué un ave es un dinosaurio. Y me he dado cuenta de esto platicando con amigos que no son paleofrikis (o no tanto).

Publiqué un video de un colibrí y dije que eran dinosaurios, el buen Chris me dijo esto. Y le respondí de forma muy simplona: "porque lo son". Si, ¿pero por qué?

Es un hecho comprobado que las aves son dinosaurios, pero ¿por qué? La respuesta es simple y de dos vías 1) tienen características anatómicas (sinapomorfías) que las agrupan entre los dinosaurios (razones anatómicas) y 2) están insertas en el árbol familiar de los dinosaurios (razones filogenéticas), cuando se hacen análisis de relaciones de parentesco, las aves son "una rama más" del árbol de los dinosaurios.

Relaciones de parentesco hasta hoy de los dinosaurios carnívoros avanzados y las aves. Como pueden ver, las aves son parte de este árbol y si sabes leer un cladograma, te darás cuenta que en la triada "Troodontidae + Dromaeosauridae + Avialae" no hay un grupo privilegiado y cualquiera puede ser el más avanzado. Siluetas de Phylopic, ((CC) Scott Hartman, Gareth Monger, Craig Dylke, Funkmonk, Brad McFeeters, T. Michael Keesey, Emily Willoughby y Andrew Butko.

Pero ¿le puedo dar nombre especial a esa rama no? Desde luego, el nombre es Avialae (o Neornithes si eres estricto y no consideras a Ichthyornis o Archaeopteryx como ave), pero eso no hace que se le "caiga" lo demás de herencia. Por ejemplo, los murciélagos son parte del árbol familiar de los mamíferos y su rama tiene nombre (Chiroptera) pero eso no los "descalifica" de ser mamíferos. ¿Entonces por qué a las aves les hacemos eso? ¿Por qué las "desconocemos" como dinosaurios?

Feos y todo, pero los murciélagos no dejan de ser mamíferos. Con las aves pasa algo inverso, por ser bonitas y únicas ahora son consideradas independientes de todo, pero no, son dinosaurios volantes. Ilustración de Ernst Haeckel.

Lo que sucede es que hoy sólo las aves tienen características únicas y especiales que las hacen completamente distintas de otros vertebrados: tienen plumas, son de sangre caliente (homeotermas), tienen pico, tienen alas, tienen huesos huecos con trabéculas, tienen un sistema de sacos aéreos derivados del sistema respiratorio y más... Pensamos pues que son únicas y especiales, pero casi todo lo que consideramos aviano, lo inventaron los dinosaurios no avianos primero.

Oye pero que avestruces más raras... Espera, esas no son avestruces, ¡son Struthiomimus! Arte por Tom Björklund.

Imagina por un momento que todos los mamíferos se extinguen, que somos paleontólogos alienígenas que visitan la tierra en unos cuantos millones de años. En esta tierra futura sólo queda un linaje de mamíferos vivo: los murciélagos. Además de ello, recién se está empezando a descubrir el hecho de que muchos mamíferos (si no es que todos) tenían pelo. Y unos cuantos "dementes" están diciendo que los murciélagos SON mamíferos. Todos los paleobullies del futuro se reirán de ellos y soltarán argumentos como:

"Eso es tonto, los murciélagos son murciélagos y no mamíferos" - Quiropterólogo alien del futuro.

"los murciélagos son únicos, está claro que descienden de cocodrilos y no tienen nada que ver con los mamíferos" - Feduccia alien.

"Yo no creo que los mamíferos hayan tenido pelo, creo que eran escamosos como todos los otros vertebrados de su época" - Niño rata alien del futuro que vio Oligocene Park.

"Ok, los murciélagos descienden de mamíferos, pero NO SON mamíferos" - Alien confundido con cómo funciona la filogenia.

¿Suena familiar? Ahora reemplaza "murciélagos" con "aves" y "mamíferos" con "dinosaurios". Eso es lo que les pasa a las aves, simplemente aventamos por la ventana su legado y las despojamos de toda herencia evolutiva, hasta pareciera que salen "de la nada", como si fueran creadas. Y no, las aves evolucionaron de dinosaurios y son dinosaurios. Del mismo modo que nosotros evolucionamos de primates y somos primates, que una ballena evolucionó de un mamífero y son mamíferos y así sucesivamente.

Por más distintos que puedan ser, todos estos grupos no dejan de ser mamíferos y tampoco las aves dejan de ser dinosaurios. Imagen tomada de Wikimedia Commons (clic aquí para ver al autor de cada foto).

Entonces, los dinosaurios no perecieron hace 66 millones de años. Una rama de su extenso árbol familiar sobrevivió y hoy surca los cielos en una enorme variedad de formas y tamaños. Los dinosaurios siguen con nosotros y los vemos casi todos los días. Disfruta y protege a los dinosaurios modernos, un vestigio vibrante de tiempos remotos.


Oye ¿y qué es un nombre científico?

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Recién vi una imagen en Facebook que decía una mentira, decía que en México sólo había una especie de marsupial y era el tlacuache. En la foto ponían tlacuaches norteños (Didelphis virginiana), pero yo sabía que habían unos cuantos más. Busqué la información y supe que habían ocho especies distintas de tlacuaches en México: Didelphis virginiana, Didelphis marsupialis, Chironectes minimus, Philander opossum, Caluromys derbianus, Metachirus nudicaudatus, Marmosa mexicana y Tlacuatzin canescens. Entonces publiqué esta imagen que tuvo excelente recepción:


La caja de comentarios se llenó de tope y traté de dar respuesta a casi todas las preguntas, bloqueé trolls (como ya es costumbre) y también corregí nociones erróneas que se hacían populares por "likes" (já, como si la verdad fuera democrática). Una de esas nociones erróneas que noté era muy común era pensar que "tlacuache" (la primer parte del nombre común de estos bichos) era su nombre científico. Pronto hice esta respuesta:

Lo que trato de hacer ver es que "tlacuache" y "oso" no son el nombre científico, es más, ni siquiera son el nombre común completo, son parte de éste. Acabo de tocar dos conceptos que me gustaría clarificar.

1) Nombre común: el nombre que se le da de forma regional a una especie. Este nombre está en el idioma local de la región donde se usa y puede ser similar a otros nombres comunes dentro o fuera de la región a tratar. Ejemplo:

Este magnífico gato es conocido bajo el nombre común de "tigre". Foto de Agadez.

Al jaguar también se lo conoce como "tigre" y creo que nos queda claro que no es de la misma especie que el de la foto de arriba ¿cierto?. Foto de Chucao.

2) Nombre científico: binomio inseparable utilizado por los científicos y otros para comunicar el nombre de la especie a tratar sin importar el idioma. El nombre científico consta de dos partes, el nombre de género y el epíteto específico. Para saber cómo se deben escribir adecuadamente haz clic en este enlace de una entrada anterior del blog.

Como vemos, aunque a estos dos les dicen tigres diferentes grupos de personas, los nombres científicos son diferentes y por lo tanto, son distintas especies.

Y ¿trataré el tema del concepto de especie? No, de eso no trata este post (de forma breve diré que una especie es una entidad evolutiva independiente de otras que cumple con ciertas condiciones (reproductivas, anatómicas, conductuales, etc.) que las unifican como tales y las distinguen de otras)... En el futuro lo trataré a fondo, pero por ahora quiero que se entienda que el nombre común no es el nombre de la especie. Son cosas distintas. La utilidad del nombre común es que es fácil de usar por las personas que no tienen interés en la ciencia o formación en ella. No está mal que un indígena de la sierra de Oaxaca le diga "tigre" a un jaguar (Panthera onca) porque es su uso común. Lo que está mal es que pensemos que "tigre" es el nombre de la especie, porque no lo es.

Panthera tigris y Panthera onca compartieron un ancestro común hace unos 3.8 millones de años, son linajes distintos y especies diferentes. Y esas diferencias son bastante notorias en esta foto de kaytronika.

¿Y para qué molestarme en usar el nombre de la especie? Pues porque así no se homogenizan cosas que no son homogenizables. Así en vez de pensar erróneamente que sólo hay una especie de tlacuache mexicano, podremos ver que son ocho y que tres de ellos merecen protección porque están en situación de riesgo (no por nada están contemplados en la ley como especies amenazadas [Caluromys derbianus y Metachirus nudicaudatus] y en peligro de extinción [Chironectes minimus]). El identificar diferentes especies nos permite saber qué tan rica es la vida en la tierra, nos da sentido de identidad, nos alienta a conservar las distintas formas de vida y nos aporta información que sería imposible de obtener si consideramos todo como "más de lo mismo". Esa apatía debe cambiar porque ella es en parte la responsable de la crisis actual de biodiversidad.

Pensamientos como estos son los que nos llevan a no valorar la vida silvestre. Cuidado. Foto de Erik Patel. ¿Dejaríamos a la extinción al oso panda sólo porque "es otro oso, es la misma especie que los demás, todos son osos"?

Espero que el tema haya sido de tu interés. Si es así, no dudes en compartirlo en tus redes sociales (abajo vienen los botones para hacerlo). Gracias por leer.

Top 10: Lo mejor del 2015

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Luego de unas muy felices vacaciones, ha llegado el momento en el que recapitulamos todo lo genial que ha pasado en el año, en relación a la paleontología y evolución claro. Y para ello (y como ya es tradición en el blog) les presento esta lista del top 10: lo mejor del 2015. Dicho sea de paso y como aclaración, los tops son instrumentos altamente sesgados y que parten del punto de vista de quienes los elaboran, en este caso yo. Así que si no coincides con la lista, no te preocupes, que es normal. Y ahora si, a echarle un ojo a lo mejor.

Número 10. ¿Vuelve Brontosaurus?

Una de las noticias de este año que sacudió los cimientos de la nostalgia y nos hizo voltear la mirada hacia los nuevos estudios que incluyen especímenes viejos, fue precisamente esta. Y es que muchas veces damos por sentadas algunas cosas que tienen que ver con los dinosaurios. Una de ellas es que los nombres de las especies que se invalidan, no vuelven jamás. Y eso, no es cierto. A veces, si la evidencia es lo suficientemente grande, se puede "resucitar" a una especie de entre los muertos.

Célebre pintura (caduca científicamente) de Brontosaurus por el gran artista Charles R. Knight.

Eso fue precisamente lo que hicieron Emanuel Tschopp, Octávio Mateus y Roger B.J. Benson. En un artículo publicado en la revista PeerJ. En dicho artículo, los autores llevaron a cabo una revisión filogenética de la familia Diplodocidae, la misma donde encontramos dinosaurios tan famosos como Diplodocus y Apatosaurus. Uno pensaría que de un estudio de este tipo no saldrá nada nuevo, pero no siempre es así. En este caso, los investigadores revisitaron viejos especímenes de museos e hicieron lo que cualquier sistémata con decencia haría: revisar especímenes en buen estado y codificar sus características anatómicas en una matriz para luego analizarla por medios cladistas (para buscar relaciones de parentesco). Y lo que encontraron fue algo bastante notorio.

Título y autores del artículo de la "resurrección" de Brontosaurus. El título en español reza "Un análisis filogenético a nivel de especímenes y revisión taxonómica de Diplodocidae (Dinosauria, Sauropoda)". Link al paper aquí.

El equipo encontró que el famoso Brontosaurus excelsus, que había sido asesinado para ser un Apatosaurus excelsus, en realidad es válido. Y es que, cuando se descubrió el esqueleto YPM 1980, éste no tenía cabeza y por ello se le dio nombre nuevo: Brontosaurus. Luego se le pegó una cabeza de Camarasaurus que estaba cerca de donde se recuperó el YMP 1980 y aumentó la confusión. Años más tarde, se descubrió que esa no era su cabeza y que en realidad tenía una cabeza muy similar a la de Apatosaurus. Algunos dinofans confundidos piensan que porque la cabeza era de otro dinosaurio, el género se sinonimizó con Apatosaurus, pero no fue por eso, sino porque la anatomía de Brontosaurus era muy parecida a la de Apatosaurus.

YMP 1980, el esqueleto tipo de Brontosaurus excelsus. Fotografía de Ad Meskens.

En este análisis nuevo (y mucho más fino) no sólo "revive"Brontosaurus, sino también ocurren otros cambios: “Diplodocushayi es renombrado como Galeamopus hayi y “Dinheirosaurus” es sinonimizado con Supersaurus. Nunca digas nunca, pero hey, las cosas con cautela que podría ser que este cambio no sea permanente y que en el futuro el buen brontosaurio vuelva a morir para ser sinónimo del apatosaurio.


Número 9. Los Meridiungulados dejan de ser huérfanos.

Los meridiungulados (Meridiungulata) fueron durante mucho tiempo los huérfanos feos de los mamíferos. En este grupo encontramos a los piroterios (mamíferos que una vez se creyó eran proboscídeos americanos primitivos), los astrapoterios (vegetarianos que parecen la cruza de un elefante y un tapir, ambos feos), los notoungulados (regordetes cuadrúpedos que parecen la descendencia prohibida de hipopótamos y rinocerontes), los litopternos (los jirafamellos que produjeron formas convergentes incluso con los caballos hasta el detalle de la reducción de dedos a uno) y los xenungulados (gorditos misteriosos que son muy, pero muy primitivos morfológicamente). Estos animales son el emblema de la paleomastozoología sudamericana, pues representan casos de evolución convergente con muchas otras formas en aislamiento total durante millones de años. Produjeron análogos de camellos, llamas, caballos, rinocerontes, hipopótamos, cerdos, conejos, proboscídeos, etc.

Principales grupos de meridiungulados y sus miembros más conocidos. Arriba izquierda, un piroterio; arriba derecha, un astrapoterio (ilustrados por Dmitry Bogdanov). Abajo izquierda, un notoungulado que el mismo Darwin excavó (ilustrado por William Snyder). Y abajo a la derecha un litopterno (ilustrado por Sergio Pérez). Ah, se me pasó colocar un xenungulado, si quieren ver uno, hagan clic aquí.

Pero eso de la evolución convergente y el aislamiento no es lo único por lo que resaltan. En realidad sus relaciones son muy confusas y requieren revisión profunda. Incuso se sospecha que astrapoterios y piroterios no son miembros del grupo. Pero fuera de sus relaciones de parentesco internas, están las aún más misteriosas relaciones externas. ¿Con qué grupo de mamíferos se relacionan? Ese fue un misterio insondable hasta que llegó el equipo de Frido Welker que con cerca de 30 colaboradores lograron desentrañar el misterio. Al fin sabemos quiénes son los primos cercanos de los meridiungulados.

Título y autores del artículo que por fin le encuentra familia a los huérfanos de los meridiungulados. El título reza "Proteínas antiguas resuelven la historia evolutiva de los ungulados sudamericanos de Darwin". Link al paper aquí.

Para saberlo, no se empleó el clásico análisis morfológico filogenético, no. En su lugar se recurrió a la proteómica. Y es que el equipo de Welker extrajo colágeno de tipo 1 (COL1) de huesos de Toxodon y Macrauchenia (ambos en la parte baja de la figura 1 de esta noticia). Con la secuencia de aminoácidos de ese colágeno y del colágeno del mismo tipo de otros mamíferos, se llevó a cabo un análisis filogenético. El resultado es más que impecable, pues no sólo el colágeno tipo 1 fue capaz de reconstruir un árbol mostrando relaciones dilucidadas previamente gracias a estudios morfológicos y de ADN en otros mamíferos, sino que además, encontró sede a los meridiungulados. Su grupo hermano son los perisodáctilos (orden Perissodactyla) y juntos forman un clado nuevo llamado Panperissodactyla ("todos los perisodáctilos"), aunque OJO, tanto los perisodáctilos como los meridiungulados siguen siendo ordenes separados, surgidos del mismo ancestro común.

Relaciones de parentesco entre mamíferos tomando como fuente de evidencia las cadenas alfa 1 y 2 del colágeno tipo 1. Los números indican la probabilidad de que un clado se forme (en índice, donde 1 es 100%). Tomado de Welker et al (2015).

Así que ahora ya no son huerfanitos, ahora tienen primitos cercanos (que si sobrevivieron) como los équidos, tapíridos y rinocerótidos. Una vez más, el buscar biomoléculas antiguas en fósiles ha demostrado no ser una tarea ociosa e inútil, sino todo lo contrario. Ahora sólo resta esperar a ver qué novedades nos depara el estudio de este grupo.


Número 8. ¡Santos árboles Batman!

Los árboles filogenéticos son la forma actual de representar las relaciones de parentesco de las formas de vida en la tierra. Los investigadores generalmente usan una pequeña porción de organismos para construir estos árboles, una familia, un género, una subfamilia, etc. La razón principal es práctica, es más fácil responder preguntas pequeñas (¿cuál es la relación entre las especies de un género?) que preguntas grandes (¿cómo se relaciona la vida en la tierra?).

El árbol de la vida, representado aquí por el Tree of Life Web Project.

Otras razones son que difícilmente podemos encontrar fuentes de evidencia que funcionen en todos los grupos. Por ejemplo, si armamos la filogenia de una familia de saurópodos usaremos los huesos y su anatomía, pero ¿cómo aplicar los mismos métodos a una planta (por ejemplo) que carece de huesos? Bueno, tendremos que encontrar algo que todos los seres vivos compartan... Y desde luego, lo que compartimos todos es ADN. Así que el estudio de este ácido nucleico se ha vuelto vital para entender cómo se relaciona la vida en la tierra. Pero aún así, no existe un marcador genético universal que permita estudiar a toda la vida en la tierra bajo la misma lupa (sin errores grandes claro). Entonces, ¿cómo le hago si quiero saber cómo se relaciona toda la vida en la tierra? (o una porción representativa). Blair Hedges y su equipo lograron responder a la pregunta.

Título y autores del artículo que publicó el árbol filogenético más grande de todos los tiempos. El título reza "Árbol de la vida revela especiación y diversificación con precisión de reloj". Link al artículo aquí.

Usando la información de 2,274 estudios llevados a cabo desde 1987 y hasta el 2013, Hedges y su equipo lograron condensar la información de relaciones de parentesco y (quizá más importante) tiempos de divergencia de 50,632 especies. Logrando obtener el árbol filogenético calibrado con el tiempo geológico (e información procedente de los fósiles) más completo publicado a la fecha. Esta joya de árbol no es una mera curiosidad como lo hicieron parecer las redes sociales. En realidad, menuda cantidad de datos sirvió a los autores del estudio para poder indagar más sobre el fenómeno evolutivo más llamativo: la especiación (generación de nuevas especies).

El "pequeño" arbolito del artículo. Una versión de mayor tamaño está disponible aquí y la versión en .ppt aquí

El equipo de científicos concluyó que el ritmo de especiación en eucariotas es constante y siempre a la alza. Además, confirmaron lo que otrora era un mito: las especies generalmente no duran más de 2 millones de años. Y para acabar con un buen sabor de boca, el estudio también encontró evidencia de demoras (lags) en los que las especies no acumulan cambios evolutivos importantes. Todo esto viene a corroborar muchas ideas que ya se tenían y abre la puerta a nuevas e intrigantes preguntas como ¿qué pasaría si incluimos fósiles?


Número 7. Un nuevo árbol emplumado.

Las aves son uno de los grupos de vertebrados más exitosos de la actualidad. Cuentan con más de 9,000 especies y han sido estudiadas por la ciencia desde sus inicios (de la ciencia claro, que las aves tienen 160 millones de años de existencia). Desde la aceptación de la teoría evolutiva y el advenimiento de la sistemática, muchos científicos y gente como yo (metiches sin cura) hemos estado interesados en conocer su evolución y relaciones filogenéticas. Y créalo o no estimado lector, las relaciones filogenéticas de las aves eran un lío, hasta antes de 2015. Y es que, como muchos otros grupos, las aves presentan características convergentes y eso dificulta desentrañar sus secretos familiares.

Las relaciones filogenéticas de las aves eran confusas y un tanto conflictivas. Ilustración de Jon Fjeldsa.

Este 2015 que pasó nos legó una respuesta a la tan añorada sistemática de las aves. Incluso el número de la revista Science que cobijó el descubrimiento incluyó como portada menudo descubrimiento. Y es que Erich D. Jarvis y sus colaboradores (¡más de 100!) publicaron un artículo que tomando como fuente de evidencia no uno o dos genes, sino genomas completos de 48 especies diferentes de aves de varios grupos, tratando de incluir la totalidad de la diversidad aviar.

Título y autores del artículo sobre las aves, sus genomas y su relación. El título reza "Análisis de genomas completos resuelve las ramas tempranas en el árbol de la vida de las aves modernas". El artículo lo puedes ver aquí.

Los resultados del estudio son diversos. Primero y quizá más importante es que el grupo de las Neoaves hizo un big bang tras la extinción de finales del Cretácico y produjo dos grandes grupos: Columbea y Passerea. También durante el Paleoceno surge el grupo corona de los Galloanseres (patos + pollos). En cambio, el grupo corona de paleognatas surgió durante el Cretácico, así que a buscar esas aves perdidas. Y hacia adentro, específicamente en Passerea encontramos dos grupos principales, el núcleo de aves acuáticas y el de aves terrestres. Es en las terrestres donde pasan cosas raras y excitantes como que los halcones (Falconiformes) evolucionaron convergentes a las águilas (Accipitriformes), al igual que los búhos y lechuzas (Strigiformes). Los buitres del nuevo mundo (zopilotes, auras, cóndores, etc.) siempre SI son parientes de los buitres del viejo mundo (Accipitriformes: Aegypiinae), aunque evolucionaron de forma paralela.

Árbol de relaciones de parentesco entre aves modernas calibrado con el tiempo geológico. En verde las aves que aprenden habilidades vocales, en rojo las aves de presa y en azul las aves acuáticas.

Así debería llegar a su fin tanta disputa entre ornitólogos y deberíamos abrazar esta nueva propuesta que está basada en más evidencia que la que se ha desentrañado antes. Sin embargo, no todos los ornitólogos aceptan esta nueva evidencia y tomará cierto tiempo que permeen un poco las nuevas ideas.


Número 6. Muchas paleoserpientes.

Cuando empecé en esto de la paleontología, hace ya casi 15 años, casi nada se sabía del origen de las serpientes y habían muuuuuy pocas especies transicionales. Hoy eso ha cambiado y a veces tenemos en un solo año (como 2015) un montón de especies que ayudan a resolver preguntas acerca del origen de las serpientes. Hoy, gracias a diferentes estudios sabemos que la hipótesis del origen acuático de las serpientes no es plausible y que en su lugar, el origen terrestre y excavador es lo más probable. Este año tuvimos diversos hallazgos que traen de nuevo a la plática el origen de las serpientes.

Esquema de la hipótesis fosorial del origen de las serpientes. Imagen de la © Society for Developmental Biology.

El primero de este número es el publicado por Michael W. Caldwell y colaboradores. En este artículo describen nuevas especies de serpientes. Eophis underwoodi del Jurásico medio; Diablophis gilmoreiPortugalophis lignites del Jurásico tardío y Parviraptor estesi más una especie similar a Parviraptor (pero sin suficientes caracteres únicos como para animarse a darle nombre) de la transición Jurásico-Cretácico. Todas ellas representadas por mandíbulas y algunas vértebras. Esa pobreza relativa de material hace que algunos investigadores duden de su estatus de serpiente (en un sentido moderno), por lo que los autores las colocan como miembros de Ophidia, pero no de Serpentes (el grupo corona de serpientes). Éstas serpientes troncales pudieron o no tener patas (lo más probable es que sí) y haber lucido menos especializadas que las serpientes modernas (i.e. menos largas y con un cráneo similar a una lagartija).

Resumen de las nuevas serpientes o serpientes troncales del Jurásico/Cretácico. a) Parviraptor estesi, b) aff. Parviraptor estesi, c-f) Diablophis gilmorei, g-j) Portugalophis lignites, l) Eophis underwoodi. m) Ubicación temporal y geográfica de estas nuevas especies y otras relacionadas. n-p) ubicación geográfica. Tomado de Caldwell et al. (2015).

Este número en el top no incluye un único artículo, incluye dos. El segundo descubrimiento sobre serpientes antiguas fue bastante sonado pues estuvo envuelto en controversia acerca de tráfico de fósiles. Se trata del hallazgo y nombramiento de Tetrapodophis amplectus, una serpiente procedente de la Formación Crato de Brasil. Esta formación tiene una edad del Cretácico temprano Albiano (ca. 108 Ma). Esta especie funciona como vínculo entre los ofidios descritos por Caldwell (y colaboradores) y las ya famosas serpientes transicionales (troncales) como Coniophis precedens, Najash rionegrinaDinilysia patagonica. Lo curioso de este bicho es que tenía cuatro patitas funcionales que servían para aferrar; eso y la anatomía craneal y postcraneal sugieren lo que les comentaba, que las serpientes evolucionaron en tierra (o mejor dicho bajo ella) y no en entornos acuáticos.

Fotos seleccionadas de Tetrapodophis amplectus ("serpiente de cuatro patas que abraza"). Imágenes tomadas de Martill et al. (2015). También existe una hermosa reconstrucción de esta especie devorando un multituberculado, obra de Julius Csotonyi, clic aquí para ver.

Estos descubrimientos van llenando poco a poco la obscura historia temprana de la evolución de las serpientes y nos acercan a una imagen cada vez más nítida de su origen. Esperemos que este año que inicia vengan más descubrimientos de paleoserpientes.


Número 5. Sorprendentes nuevas relaciones evolutivas de los reptiles escamosos.

Los Squamata son una agrupación de reptiles clásica. Hoy incluye a lagartijas, serpientes y sus parientes cercanos. Sus relaciones internas son un lío porque muchos grupos están demasiado especializados y otros presentan evolución convergente. Los herpetólogos y paleontólogos clásicos seguramente se retorcerán con las noticias que les traigo (y me consta que lo han hecho). Y es que en el tema de sistemática, la filogenia de los Squamata tiene miembros maravillosos y han habido algunos cambios. Ya en serio. Si han habido cambios severos y más con la inclusión de fósiles. Y lo más grave es que estos cambios influyen en la "sacrosanta" visión de Conrad (2008) que era vista por algunos como "intocable".

Título y autores del artículo en cuestión. El título reza "Análisis integrativo resuelve conflictos acerca de la filogenia de reptiles Squamata y revela ubicaciones inesperadas para taxones fósiles". El artículo lo puedes consultar aquí.

Veamos. Primero que nada, este estudio combinó evidencia molecular y evidencia morfológica, que es el ideal que uno busca al hacer este tipo de trabajos (de ahí que figure tan alto en la lista). Los autores encontraron muchas cosas interesantes. Primero, la división tradicional de Iguania y Scleroglossa ya no existe, pues los escleroglosos son parafiléticos. Segundo, los Iguania que eran considerados como lo más primitivo dentro del grupo en realidad no lo son y sorpresivamente, los dibámidos y gecos son los más primitivos. Tercero, los anfisbenios resultaron no ser primos de las serpientes, sino de los teíidos (Teiidae). Y cuarto, son las serpientes y NO los varanos quienes son los parientes más cercanos de los mosasaurios.

Cladograma de los Squamata con fósiles incluidos. Para descargar una versión más grande puedes hacer clic aquí.

Esto último de los varanos es un shock para algunos y otros nos lo veíamos venir. Y es que desde hace años que se sabe que el cráneo de éstos reptiles marinos es más similar al de las serpientes que al de los varanos. Tal parece ser que comparten un ancestro común que fue por dos rutas evolutivas, la primera fue perder patas y volverse fosorial, la segunda fue desarrollar aletas y volverse al mar. No cabe duda, este descubrimiento es impresionante, pero si prestamos atención a la base de las serpientes, veremos que las escolecofidias modernas son en realidad más primitivas que las serpientes del Cretácico (como las que se mencionan antes en este mismo post).

Aigialosaurus bucchichi, un mosasauroide primitivo, ahora sabemos que era pariente de las serpientes. Imagen de FunkMonk.

Ahora lo que resta es trabajar en estas hipótesis y corroborarlas o refutarlas, porque hay que recordar que los análisis filogenéticos dan como resultado hipótesis de relaciones de parentesco, no realidades inamovibles. Mucho ojo con eso. Así que por lo pronto, esto es lo más nuevo e impresionante en materia de escamosos.


Número 4. Antes de lo que creíamos.

El gran intercambio biótico entre Norteamérica y Sudamérica fue uno de los eventos biológicos más impresionantes de los últimos millones de años. Se produjo por el acercamiento y eventual contacto entre estos dos continentes y el cierre del estrecho de Panamá al levantarse el suelo marino (producto de actividad volcánica). Todo buen libro de biogeografía dice algo al respecto. Entonces ¿qué de nuevo hay? La respuesta es el tiempo, pues se da por hecho que el cierre del istmo de Panamá se dio entre hace 4.5 y 3 millones de años, durante el Plioceno.

Título y autores del artículo que sugiere el cambio de fecha del cierre del Istmo de Panamá. El título reza "Cierre del canal marítimo centroamericano durante el Mioceno medio". El artículo es descargable desde este link.

La nueva evidencia no apoya esta idea y sugiere que el istmo se cerró entre hace 13 y 15 millones de años, durante el Mioceno medio. Esta idea surge de la evidencia de las rocas. Los autores del estudio se dieron a la tarea de no sólo fechar las rocas más antiguas que delataran actividad continental en el Istmo de Panamá, sino que también estudiaron el origen de dichas rocas. La evidencia indica que en la parte que se creía era mar abierto y un paso entre los océanos Pacífico y Atlántico, en realidad ya tenía aporte sedimentario de ríos procedentes del sur. Esto indica que aunque incompleto, el istmo de Panamá no era ya de carácter marino en esta época y se regordeaba de tierra continental.

Reconstrucción del istmo hace 13-15 millones de años. Como podemos ver, los sedimentos del Eoceno fueron arrastrados por ríos hasta la parte norte del istmo y tanto la cuenca Canal como el volcán "el Valle" parecen ser parte de los responsables del cierre temprano. Tomado de Montes et al. (2016) y traducido por un servidor.

Este hallazgo no se ajusta a lo que creíamos saber de cómo funciona la dinámica oceánica y sugiere que los cambios climáticos profundos acarreados por el cierre de este paso marino (i.e. la fluctuación de eras glaciales en el norte) tardaron en hacer efecto. Esto es, que no se produjeron inmediatamente luego del cierre del paso entre el Pacífico y el Atlántico, sino que tardaron millones de años en presentarse. Uno podría pensar que esta herejía está errónea, pero parece corroborar también cosas curiosas como biota fuera de tiempo y lugar. Ungulados, murciélagos, plantas y otros organismos se encuentran en los registros fósiles de Sudamérica del norte y Norteamérica del sur de forma temprana y aparentemente "milagrosa".

Ejemplos del gran intercambio biótico. En café los grupos que migraron del sur al norte (aves del terror, toxodontes, armadillos, gliptodontes, perezosos, psitácidos, roedores histricomorfos, etc.). En azul los grupos que invadieron el sur (tapires, pecaríes, venados, llamas, dientes de sable, caballos, gonfoterios, cánidos, zorrillos, roedores como ardillas, etc.). Imagen creada por Woudloper.

Pues bueno, estos "milagros" biogeográficos se explican de mejor forma si consideramos que este proceso de cierre inició mucho antes de lo que pensábamos. Y es precisamente lo que el estudio de la paleontología y el ADN nos está mostrando. Así que ya saben, el istmo de Panamá no se cerró en el Plioceno, sino en el Mioceno medio.


Número 3. Extinguiendo a los dinosaurios.

Vuelven los dinosaurios a esta lista. Cómo no, si son el grupo fósil más conocido y popular de todos. Y una de las cosas que nos encanta de los dinosaurios (aparte de su gran tamaño y ferocidad) es que están extintos (excepto claro, las aves). Precisamente, su extinción es una de las cosas más llamativas que hay. Casi todos (los que nacieron después de los 80's) creen saber la respuesta final y definitiva: a los dinosaurios los mató un pedradón cósmico (un asteroide) y PUNTO. La realidad paleontológica es que el asteroide no alcanza a explicar satisfactoriamente todos los patrones de extinción que ocurrieron hace 66 millones de años, durante el Cretácico tardío.

El impacto K/T en Chicxulub, Yucatán, México es uno de los hechos más conocidos por los dinolovers. Pero ¿será la pedrada toda la historia? Ilustración por Alain Beneteau.

Este número en la lista tendrá dos nuevos descubrimientos sobre la extinción de los dinosaurios. O mejor dicho, dos efectos del impacto del asteroide (que es un hecho científico). El primero de ellos es el tan famoso golpe de calor y cómo éste inició incendios forestales masivos. Resulta que un equipo de investigación, liderado por Claire M. Belcher se puso a experimentar. Descubrieron que luego del impacto de Chicxulub, sólo algunas zonas pudieron incendiarse. Es decir, no todo en el paso del asteroide era material que debió de arder. Contrario a lo que podríamos pensar por nuestra experiencia cotidiana, se requiere no sólo una alta temperatura para hacer arder algo, también se requiere tiempo para que ese calor incendie cosas. En síntesis, los bosques cercanos al punto de impacto no ardieron, sino que lo hicieron aquellos en una zona intermedia entre muy lejos y lejos, en un radio que va aproximadamente los 2,500 y los 4,000 Km de Chicxulub.

Según la última información, los paleoincendios forestales tuvieron alta probabilidad de ocurrir en la zona roja, no tan cerca y no tan lejos del punto de impacto. La evidencia experimental también indica que no todo en esa zona debió arder, sino que el que pasara ésto o no, dependía más del ambiente local. Ambientes secos eran más propicios al incendio. Tomado de Belcher et al. (2015) [artículo disponible en este enlace].

El segundo descubrimiento tiene que ver con otra cosa que causó el impacto y que previamente se consideraba como un evento independiente: erupciones volcánicas. Y es que el equipo de Mark A. Richards sugirió algo intrigante y novedoso. Sabemos que luego de un impacto se producen sismos y también sabemos que luego de que hay actividad sísmica, hay probabilidad de ocurrencia de erupciones volcánicas (en especial en zonas donde la corteza es frágil o existen calderas activas). Y al final del Cretácico ocurrieron tanto impactos como sismos y también erupciones volcánicas. A éstas últimas se las ha responsabilizado de la extinción de los dinosaurios, particularmente de las traps del Decán, en India. La cosa es que muchos u optaban por las erupciones o por el asteroide como causa de la extinción de los dinosaurios y resulta que ambos fenómenos están conectados. El impacto desató actividad sísmica masiva que reactivó las traps del Decán (que habían iniciado antes). El reinicio de la actividad volcánica por causa del asteroide es responsable de más del 70% de todo el flujo en la zona.

En esta figura se ejemplifica lo que es la hipótesis reinante a cómo era el interior de la tierra cuando ocurrieron los flujos de lava del Decán. Tomado de Richards et al. (2015). Artículo disponible en este enlace.

De tal forma mis estimados lectores que en este 2015 aprendimos dos cosas nuevas de la extinción de los dinosaurios: el impacto causó potenciales incendios forestales en las inmediaciones del sur de EUA y también en el norte de Sudamérica; el mismo impacto también causó que la actividad de las traps del Decán recrudecieran y le fuera mal a la biota del otro lado del mundo. Esperemos que con el tiempo el modelo de la extinción de los dinosaurios vaya quedando más y más afinado.


Número 2. Un lugar para las tortugas.

Las tortugas son un grupo de amniotas que tienen la peculiaridad de tener una anatomía altamente modificada. Esta modificación extrema es responsable de que durante mucho tiempo, las tortugas fueran confundidas con bichos primitivos, los anápsidos. Casi cualquier libro de texto viejo (y/o desactualizado) dirá que las tortugas son anápsidas. Sin embargo, no lo son. Las sospechas comenzaron a aparecer 1998 cuando los análisis moleculares mostraron que tenían cierta afinidad con los diápsidos (otro linaje de amniotas que incluye a las lagartijas, serpientes, cocodrilos y aves). En 2010 y gracias al hallazgo de nuevas especies fósiles, se hicieron cada vez más claras las dudas sobre si realmente las tortugas eran anápsidas, aunque su estatus como tales se mantenía.

La wikipedia en español destaca por tener una comunidad de gente que cree que la ciencia es democrática. Estos señores no permiten que las novedades de evidencia pesada y medida lleguen al público general. Esperemos a que se actualicen y dejen de creer que la ciencia es democrática. Señores, la evidencia es evidencia.

Para 2012 un estudio molecular descartado a priori por aquellos que no entienden mucho de cómo funciona el ADN como fuente de evidencia evolutiva demostraba que en realidad, las tortugas eran el grupo hermano de los arcosaurios (el grupo conformado hoy por cocodrilos y aves). Los anatónomos de hueso colorado (jejeje) decían que la anatomía no apoyaba esta idea. En 2015 todo eso cambió, pues el equipo liderado por Gabe S. Bever estudió el cráneo de una tortuga troncal: Eunotosaurus africanus y concluyó que dicho cráneo indicaba que en realidad las tortugas son diápsidasmodificadas y sus fenestras (ventanas localizadas detrás de la órbita) se cerraron de forma secundaria. Esto lo concluyeron al estudiar cráneos de adultos y juveniles, lo que le da mucho, pero mucho peso a esta investigación.

El artículo donde se publicó este hallazgo se titula "Origen evolutivo del cráneo de las tortugas" y es una joya. El artículo lo pueden leer en este enlace.

Las implicaciones son tremendas, pues creíamos que las tortugas representaban uno de los linajes más antiguos de amniotas y no es así, en realidad son primas de los cocodrilos + aves. De hecho, gracias a ese parentesco surgió el pegajoso nombre de "Archelosauria" para designar a ese grupo (derivado de Archosauria + Chelonia). Se acepte el nombre o no, estamos frente a algo que sacude cimientos de clasificación, no es poca cosa que las tortugas sean diápsidas, pues ellas eran usadas como escudo para defender la indefendible clasificación de los "ápsidos" que ha mostrado que es sólo didáctica y está errada.

Eunotosaurus, la tortuga diápsida junto a sus parientes. Ilustración por Gaberiel Bever.

De hoy en adelante, debemos dejar de lado vetustas concepciones erróneas y colocar a estos reptiles (sensu Sauropsida) de cinturas intratorácicas, simpáticos caparazones y sonrisas desdentadas en su lugar correcto, junto a los mayores éxitos evolutivos de los tetrápodos, los reptiles. 


Menciones honoríficas.

Cabe aclarar que si no han visto a la mayor parte de lo que otros sitios consideran lo mejor del 2015 en paleontología y evolución, es porque esta es una sucia lista armada con opiniones personales. Esto significa que algunos de los hallazgos más impresionantes de dinosaurios que son "más de lo mismo" no están en la lista. Eso no significa que no sean importantes, claro que lo son, simplemente no llegaron al top 10. Dinosaurios como Augustynolophus, Boreonykus, Crichtonpelta, Dakotaraptor, Eucnemesaurus, Galeamopus, Haestasaurus, Horshamosaurus, Hualianceratops, Huanansaurus, Ischioceratops, Koshisaurus, Kunbarrasaurus, Lepidocheirosaurus, Lepidus, Morelladon, Mosaiceratops, Nebulasaurus, Padillasaurus, Probrachylophosaurus, Pulanesaura, Qijianglong, Regaliceratops, Riabininohadros, Sefapanosaurus, Sirindhorna, Ugrunaaluk, Wendiceratops, Zhenyuanlong, entre otros, no están en esta lista. Lo siento amantes de los dinosaurios.

Dinosaurios nuevos.

Los dinosaurios que sí llegaron a esta lista son aquellos que destacaron por su rareza y por su aporte novedoso a nuestro entendimiento de los planes corporales de estos fascinantes animales. Por una parte tenemos a Chilesaurus diegosuarezi, un terópodo del Jurásico tardío de Chile que fuera descubierto por un chico apasionado de los dinosaurios y descrito por científicos del cono sur como Fernando Novas y el buen David Rubilar Rogers. El "saurio de Chile" fue un gran hit paleontológico, pues desató controversias por doquier. Sobre todo por su estatus taxonómico, pues algunos "iluminados" creen saber con 100% de seguridad que no se trata de un terópodo, sino de un prosaurópodo y otros, creen también que se trata de un ceratosaurio y no un tetanuro como los autores de su descripción lo manejaron. Quizá, si se descubra un cráneo en mejor estado, éste nos guíe hacia una nueva dirección. Pero dejemos que sea la evidencia y no la "iluminación" y mera suerte las que determinen si es o no es de aquellos grupos. Resaltemos que lo intrigante de este dinosaurio es que es un terópodo pequeño, con dos dedos en las manos (a la T. rex) y con dientes adaptados a mascar plantas que es altamente probable estuvieran en una boca con pico córneo.

Hermosas ilustraciones de Chilesaurus por Gabriel Lio. La de la derecha incluso logró ser portada del número de Nature donde apareció. El artículo de su descripción reza "Un enigmático terópodo vegetariano del periodo Jurásico de Chile". El artículo está disponible en este enlace (el link no es mío, sino del Instituto Peruano de Estudios en Paleovertebrados).

Otro dinosaurio que brilló por su rareza es también el archienemigo del buen Chilesaurio, pues le robó cámara a tan sólo unos días de haber brillado en sociedad (a pesar de haber sido publicado después, ya saben cómo son los medios). Se trata del impresionante Yi qi, un terópodo descubierto en China que pertenece al enigmático grupo de los escansoriopterígidos. Estos están entre los dinosaurios más pequeños y en más de una ocasión han sido clasificados como aves. El Yi qi data del Jurásico medio a tardío, de hace unos 160 millones de años y fue clasificado recientemente (con sus pares) como un paraviano (sacándolo del grupo de las aves: Avialae). Lo raro de este dinosaurio es que se preservó con un extraño elemento óseo previamente desconocido en los dinosaurios: el elemento estiliforme. La ubicación exacta es motivo de debate, pero los autores de su publicación sugieren que se ubicaba en las muñecas y sostenía una membrana de piel que se uniría a los largos dedos de este dinosaurio (que también presentan sus primos cercanos). Si la hipótesis del elemento estiliforme y la membrana (más la presencia de plumas preservadas en el esqueleto) es cierta, haría del Yi qi un dinosaurio rarísimo, pues mostraría que aún con plumas, algunos dinosaurios optaron por desarrollar otro sustento alar: la membrana, al mero estilo de un murciélago. Esto nos sugiere que las plumas no surgieron para volar y que podían ser reemplazadas en esta función por una "simple" membrana.

La mejor representación de Yi qi (a mi criterio) por parte de Emily Willoughby. El artículo de su descripción se titula "Un extraño terópodo maniraptor del Jurásico con evidencia preservada de alas membranosas". El artículo está disponible en este enlace.


Nueva propuesta de aparición de las plumas.

Y hablando de plumas, este 2015 supimos gracias al estudio del ADN y las proteínas que los materiales (tipos de colágeno) necesarios para producir plumas existen desde mucho antes de la separación de los linajes de dinosaurios y cocodrilos. Es por ello que los cocodrilos tienen casi todo lo necesario para estar emplumados. Lo que les falta son las instrucciones para la morfogénesis de las plumas. En una analogía simple: los cocodrilos tienen los ladrillos, el concreto y las varillas  (i.e. tipos de colágeno) necesarias para elaborar una casa, sólo les hacen falta los albañiles (i.e. los patrones de expresión de morfogénesis de plumas) para poder hacerlo. Esto implica que los dinosaurios también tenían todo para hacer plumas, sólo nos hace falta saber cuándo aparecieron éstas... Este hecho trae a colación algo del año pasado: Kulindadromeus y sus plumas. Ahora sí podemos llamar plumas a las estructuras de este ornitisquio y ahora es mucho más sugerente que las picnofibrillas (una especie de "pelo") de los pterosaurios sean estructuras homólogas a las plumas  avianas (i.e. que tengan el mismo origen evolutivo). Esto, porque si los cocodrilos lo tienen casi todo (en cuanto a genes de proteínas) para hacer plumas, imagina qué no habrán tenido los pterosaurios que son más cercanos a los dinosaurios.

En este artículo titulado "Genes de desarrollo de plumas e innovaciones asociadas preceden al origen de Dinosauria" demuestra que en realidad lo necesario para hacer plumas no se inventó con las aves. El artículo está libre desde este enlace.

Para terminar esto, uno de los avances más interesantes del año es la propuesta de una hipótesis. ¿Cómo? ¿Así? Si. En realidad, todos los "descubrimientos" científicos son en realidad hipótesis y publicarlas es parte del modus operandi de la ciencia (lo malo es cuando no sabemos esto y creemos que los artículos son escritos en piedra y no pueden contener errores o falsedades). La hipótesis es acerca del origen de las plumas. Y es que casi todos estábamos creyendo algo completamente erróneo, que las plumas aparecieron con funciones termorreguladoras y/o volantes en masse (de golpe en todo el cuerpo). Una aparición así es contraria a los conceptos y teorías evolutivas actuales (incluso con todo y consideración del equilibrio puntuado). Entonces ¿cómo pudo haberse dado? La respuesta es simple y estuvo frente a nuestras narices todo el tiempo: las plumas debieron de aparecer de a poco con funciones ya útiles desde el principio. Esto descarta funciones como termoregulación y despliegue social y sexual. En su lugar, se apunta a una función casi olvidada de las plumas y que es la única función retenida en los adultos de las plumas más simples: los filamentos. Esta es la función sensorial. Así es, muchas aves tienen plumas sensoriales y de protección ocular, análogas a nuestras pestañas y bigotes (haz clic aquí si no me crees, también aconsejo este paper). Esta hipótesis es más parsimoniosa que la aparición en masse y se encuentra acorde a los cánones de orden de aparición morfológica de las plumas. Sin duda, algo muy, pero muy interesante a considerar.

Este "bigotesaurio X" ejemplifica la hipótesis del origen funcional de las plumas como proyecciones sensoriales. Arte por Sydney Mohr.


Número 1. Humanadas.

El número uno en esta lista en realidad tiene que ver con varios descubrimientos conectados que nos hablan un poco acerca de nuestros orígenes y nuestra propia historia (como linaje, no como especie). Algunos antropóginos odiarán que acá no esté algún dinosaurio pero aceptémoslo, nada tiene más relevancia paleontológica que comprender mejor nuestros orígenes. El primero de estos hallazgos es acerca del primer homicidio conocido. Lo interesante del caso es que no tuvo lugar en nuestra especie, sino en los Homo heidelbergensis (sensu lato) del Pleistoceno medio del famoso yacimiento de Sima de los Huesos, ubicado en Atapuerca, España. El pobre asesinado recibió dos impactos traumáticos y contundentes en la parte izquierda de la frente (en el hueso frontal) y murió a causa de ellos (eso se sabe porque no hay remodelación ósea). Esto implica cosas, como que esa idea de que los humanos modernos (Homo sapiens) somos inherentemente malvados y que asesinar es nuestra marca propia, es completamente falso. Ahora deberemos echar un ojo más crítico y sesudo antes de emitir juicios de valor sobre lo que es ser humano.

Cráneo 17, el pobre que murió a pedradas en la cabeza, el primer caso de repartición de hostias prehistóricas. A) Cráneo 17 con los evidentes traumatismos. B) Acercamiento de los dos golpazos (T1 y T2). C) Acercamiento más detallado donde vemos que no hay evidencia de curación ósea. D) Vista interna de los golpazos. El artículo de la descripción de este homicidio se titula "Violencia interpersonal letal en el Pleistoceno Medio" y es Open Access.

El segundo descubrimiento de esta lista es uno que sacude un poco los cimientos de nuestro origen. Desde hace ya un rato sabemos que nuestra especie no es "pura", sino que luego de evolucionar, se mezcló con otras. Esto se evidenció por el estudio del ADN antiguo y trajo a colación asuntos de hibridación. Según la evidencia, asimilamos parcialmente a los neandertales (vía entrecruzamiento) entre hace 65,000 y 47,000 años, en el Medio Oriente. Pero si esto es cierto ¿dónde están los híbridos? Ya desde antes se conocían algunos restos que gritaban "¡hey, soy uno de esos híbridos!" y "hola, soy un neandersapiens". Pero pocos tenían evidencia genética. Esto se salvó este 2015, pues un artículo mostró evidencia genética de un híbrido neandertal-humano moderno. El resto fósil analizado es una mandíbula descubierta en Peştera cu Oase, Rumanía y que data de entre 37,000 y 42,000 años (el tiempo de entrecruce estimado entre Homo neanderthalensis y Homo sapiens). Los investigadores descubrieron que el genoma de este individuo tiene entre 6 y 9% de ADN neandertal, esto es lo más alto registrado a la fecha, pues actualmente el aporte neander en europeos es de entre 1 y 3%. Esto nos demuestra que la hibridación no sólo sí tomó lugar, sino que hay evidencias de ello.

Mandíbula de humano moderno (Homo sapiens) que fue usada en el estudio... Vaya, por moderno quiero decir de esta especie a la que pertenecemos, no que sea reciente, pues el muerto tiene unos 42,000 años. El artículo de su publicación se titula "Un humano moderno antiguo de Rumanía con ancestro neandertal reciente". Foto de PaleoAnthropology+.

Y hablando de neandertales. Los pobres siempre han figurado en el imaginario popular como brutos sin habla o cultura alguna. En el top 10 de 2013 veíamos que los neanders eran capaces de enterrar a sus muertos y en el top 10 del 2014 vimos que eran capaces de comer variado y de hacer arte abstracto. ¡Y sorpresa! En este top hablaremos un poco más de neandertales y sus capacidades. Primero que nada, hablemos de lo "feo", pues este 2015 se descubrió en el sitio de Marillac, Charente, Francia un par de restos óseos de neandertal (adultos e infantes) de hace unos 57,600 años con evidencia de cortes en radio, fíbula y fémur. Estos cortes podrían representar un ritual muy, pero muy extraño o un caso fuerte para la hipótesis de que algunos neanders eran caníbales. Hay que andarse con cuidado, pero parece que el caso es fuerte. Y no debería sorprendernos u horrorizarnos, nuestra especie también presenta canibalismo y rituales muy, pero muy raros para con los muertos.

Radio de neandertal con marcas de corte, producto de un comportamiento que por ahora no sabemos con seguridad si es ritualístico o canibalístico. Foto tomada de Dolores-Garralda et al. (2015). El artículo se titula "Restos infracraneales de neandertal adulto e infante de Marillac (Charente, Francia)" y es consultable en este link.

Ahora pasemos a cosas menos sombrías que asesinatos y canibalismo. Resulta que si las conchas rayadas de neandertal parecían simplonas y poco indicativas de pensamiento simbólico, este 2015 se descubrieron otros artículos que son mucho más simbólicos y ponen fin a la idea de que los neandertales carecían de este tipo de pensamiento complejo. En Krapina, Croacia, se descubrió un conjunto de garras de pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) con claras marcas de perforación que indican su uso como adornos. Estos ornamentos datan de hace 130,000 años y son sin lugar a dudas lo más artístico que se les ha descubierto a los neanders hasta ahora.

Las garras en cuestión. El artículo donde se publicaron se titula "Evidencia de joyería neandertal: garras de pigargo europeo modificadas en Krapina". El artículo está disponible en este enlace. Fotografía de Luka Mjeda (Zagreb).

La creación de estas garras es enteramente neandertal, pues anteceden por miles de años a la llegada de los humanos modernos (Homo sapiens) a Europa. Esto demuestra que los neanders no eran los estúpidos brutos que pensábamos. En su lugar y sumando a descubrimientos hechos en los últimos años, sabemos que tenían una capacidad craneal similar a la nuestra (y en algunos casos mayor), podían cocinar, enterrar (y posiblemente comer) a sus muertos, hacían arte que incluye joyería, abstracciones y pintura corporal e incluso colectaron los primeros fósiles (¡hasta paleontólogos resultaron!). El paradigma del neandertal está completo y recién horneado pues no sólo eran muy complejos, sino que también son parte de nosotros, pues en cada uno viven los genes de esos antiguos humanos.

El hombre de Neander.
Poderoso arte por Mauro Cutrona.

Bien, eso ha sido todo por este megapost. Una disculpa por la tardanza en elaborarlo. Si te gustó, compártelo con tus conocidos y amigos. Y no lo olvides, la paleontología no está ni sola, ni muerta. Que tengas un excelente día.


Lista de artículos

- Tschopp, E., Mateus, O., & Benson, R. B. (2015). A specimen-level phylogenetic analysis and taxonomic revision of Diplodocidae (Dinosauria, Sauropoda). PeerJ, 3, e857.

- Welker, F., Collins, M. J., Thomas, J. A., Wadsley, M., Brace, S., Cappellini, E., ... & Burger, J. (2015). Ancient proteins resolve the evolutionary history of Darwin's South American ungulates. Nature.

- Hedges, S. B., Marin, J., Suleski, M., Paymer, M., & Kumar, S. (2015). Tree of life reveals clock-like speciation and diversification. Molecular biology and evolution, msv037.

- Jarvis, E. D., Mirarab, S., Aberer, A. J., Li, B., Houde, P., Li, C., ... & Suh, A. (2015). Whole-genome analyses resolve early branches in the tree of life of modern birds. Science, 346(6215), 1320-1331.

- Caldwell, M. W., Nydam, R. L., Palci, A., & Apesteguía, S. (2015). The oldest known snakes from the Middle Jurassic-Lower Cretaceous provide insights on snake evolution. Nature communications, 6.

- Martill, D. M., Tischlinger, H., & Longrich, N. R. (2015). A four-legged snake from the Early Cretaceous of Gondwana. Science, 349(6246), 416-419.

- Montes, C., Cardona, A., Jaramillo, C., Pardo, A., Silva, J. C., Valencia, V., ... & Niño, H. (2015). Middle Miocene closure of the Central American Seaway. Science, 348(6231), 226-229.

- Belcher, C. M., Hadden, R. M., Rein, G., Morgan, J. V., Artemieva, N., & Goldin, T. (2015). An experimental assessment of the ignition of forest fuels by the thermal pulse generated by the Cretaceous–Palaeogene impact at Chicxulub. Journal of the Geological Society, 172(2), 175-185.

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- Sala, N., Arsuaga, J. L., Pantoja-Pérez, A., Pablos, A., Martínez, I., Quam, R. M., ... & Carbonell, E. (2015). Lethal Interpersonal Violence in the Middle Pleistocene. Plos ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0126589.

- Fu, Q., Hajdinjak, M., Moldovan, O. A., Constantin, S., Mallick, S., Skoglund, P., ... & Viola, B. (2015). An early modern human from Romania with a recent Neanderthal ancestor. Nature. 524: 216–219.

- Dolores Garralda, M., Maureille, B., & Vandermeersch, B. (2014). Neanderthal infant and adult infracranial remains from Marillac (Charente, France). American journal of physical anthropology, 155(1), 99-113.

- Radovčić, D., Sršen, A. O., Radovčić, J., & Frayer, D. W. (2015). Evidence for Neandertal Jewelry: Modified White-Tailed Eagle Claws at Krapina. PloS one, 10(3), e0119802.

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